El médico veterinario Jorge Humberto Giraldo Caballero, magíster en Salud Animal de la Universidad Nacional de Colombia, identificó la presencia de Cryptosporidium spp., un parásito que afecta a 10 de cada 100 terneros en Arauca.
Dicho parásito provoca diarrea y pérdidas económicas relacionadas con el incremento en la tasa de mortalidad neonatal, el retraso en el crecimiento y la reducción en la capacidad productiva de los animales. A este parásito también se le atribuyen implicaciones en la salud pública de los niños y personas con afectaciones inmunológicas.
El profesional tomó muestras fecales de 422 terneros distribuidos en los municipios araucanos de Saravena, Fortul, Arauquita y Tame. Con las muestras identificó que la prevalencia del parásito es del 10,4 %, lo que demuestra su presencia en el trópico bajo húmedo colombiano (regiones cálidas).
De acuerdo con lo indicado por el veterinario “aunque las prevalencias de Cryptosporidium spp. alrededor del mundo son variadas y dependen de factores como la edad de los terneros, el estado inmunológico, el consumo de calostro (primera leche materna), la condición corporal, la dieta, las fuentes de agua, el manejo y la higiene del sistema, en Colombia se ha reportado prevalencias entre el 18 y 22 % en el trópico alto (regiones frías)”.
Síntomas
A pesar de que el parásito está ampliamente distribuido en aves, mamíferos e incluso humanos, en el ganado afecta a los terneros, especialmente antes del primer mes de vida, cuando empiezan a presentar un cuadro clínico de diarrea por mala absorción, falta de apetito y fiebre, lo que conlleva deshidratación, por lo que pueden fallecer si no reciben atención oportuna. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuáles son los síntomas y cómo tratar la criptosporidiosis en terneros?)
“El hecho de identificar en Colombia C. occultus en terneros predestetos (antes del destete) es importante porque no se han encontrado publicaciones de esta especie en América, por lo que se convierte en el primer reporte de esta especie en el continente”, añade el experto.
Además, la especie C. baileyi es propia de las aves, por lo que el investigador infiere que “existe una contaminación accidental de las llamadas aves de traspatio con el ganado, principalmente por el sistema de producción del departamento, en el que los corrales tienen un contacto directo con las aves”.
La investigación mostró que en Saravena está el mayor número de fincas infectadas con la subespecie C. ryanae, seguido de Fortul y Arauquita. Así mismo, en Saravena se encontró la mayor presencia de C. baileyl, asociada con las aves. El trabajo fue dirigido por el docente Jimmy Vargas, director del Instituto de Genética de la UNAL.
“La subespecie C. parvun tuvo una prevalencia del 1,2 % en la muestra que tomamos; aunque la especie está relacionada con la presencia del parásito en humanos, la que se encontró es zoonótica, por lo que no se vincula con ninguna afectación a las personas”, indicó.
Grandes impactos
Cryptosporidium es un parásito que genera signos clínicos entre la segunda y tercera semana de vida en los terneros, y por sus características en su ciclo de vida hace que su manifestación más evidente sea la diarrea. (Lea en CONtexto ganadero: Criptosporidiosis en ganado bovino puede transmitirse a los humanos)
“Este microorganismo tiene una particularidad y es la capacidad de generar autoinfección, lo que significa que cuando termina su ciclo de vida dentro del intestino tiene una fase asexual, luego una sexual con la que sale nuevamente por las heces”, explicó.
Sin embargo, el médico veterinario indicó que existen unos quistes de pared delgada que no necesitan salir al ambiente e inicia nuevamente otro ciclo de vida dentro del intestino del animal, de ahí los altos impactos en la producción.
“De cada 100 terneros 10 van a adquirir el parásito y un poco más del 60 % presentarán diarrea, retrasos en el crecimiento y, por ende, en la producción. En Arauca generalmente se desteta un ternero en un peso promedio de 180 a 200 kilos. Si el ternero tuvo diarrea y sobrevive el destete se hará con suerte a los 160 kilos”, señaló.
Añadió que “al precio que está el ganado ahora, por los terneros destetos pagan alrededor de 7.800 pesos el kilo según la raza. Pero si dejé de ganar 20 kilos, esto representa pérdidas por ternero de más de 156.000 pesos. Las cuentas aumentan si son los 10 terneros, y en un departamento con un inventario ganadero de 1.275.000 cabezas, las pérdidas serán mayores”, indicó el investigador.
“Los tratamientos para la criptosporidiosis no son efectivos ni existe vacuna, por eso lo mejor es adelantar un programa de cría de terneros en la que se puedan controlar los factores asociados con el riesgo de ocurrencia de Cryptosporidium spp., y se debe incluir el suministro de calostro antes de las 12 horas posparto, contemplar la realización de pesebreras con cama de tamo de arroz de 15 centímetros de espesor y que los animales puedan permanecer aislados durante el primer mes de vida”, concluyó.