Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira probó el valor nutricional de este subproducto en tilapias y cerdos, mientras que en la Universidad Autónoma de Sinaloa en México evaluó sus efectos en indicadores productivos y reproductivos en novillas en pastoreo.

Los investigadores Roberto Martínez-León, Roberto García López y Juan Eulogio Guerra propusieron el experimento de suministrar 30 % de harina de residuos de camarón (Litopenaeus vannamei), en novillas en Culiacán, en el estado de Sinaloa.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sedar), México es uno de los primeros productores de camarón en Latinoamérica, con 211 096 toneladas en 2016. (Lea: Harina de residuos de camarón alimentaría peces, cerdos y gallinas)

Específicamente, Sinaloa produjo cerca de 100 000 t, por lo cual se estima que se generan hasta 30 mil t de desechos. Para resolver el problema ecológico y que se conviertan en contaminantes, los autores del estudio buscaron aprovecharlos en el suministro de ganado.

Pero además querían comprobar su contenido nutricional, pues la harina de residuo de camarón es una fuente excelente de minerales, quitina, colesterol, fosfolípidos y ácidos grasos, que procede de partes no utilizadas en el consumo humano como el caparazón, la cola, el cefalotórax y la carne residual.

Asimismo, como afirmaron los autores, estos residuos contienen principalmente proteína (45 %), minerales (35 %), quitina (14-30 %) y pigmentos carotenoides; y son una rica fuente de sabores y enzimas. (Lea: Harina de pescado, una fuente proteica de alimento para ganado)

En su estudio particular, hallaron que dispone de 97 % de materia seca, 10,5 % de fibra bruta, 22,3 % de ceniza y 47 % de proteína. El modo de suministro a los animales fue sustituir el concentrado en proporción de 70:30 % con harina de residuo de camarón a lo largo de 240 días.

Luego de estos resultados, los autores de la universidad de Sinaloa concluyeron que la inclusión de harina de residuo de camarón al 30 % en las dietas de las novillas permitió una mayor ganancia de peso diaria. (Galería: La fabricación de la harina de insectos en Santander)

Mientras que las novillas del grupo de control aumentaron 400 g/día, aquellas alimentadas con harina de residuo de camarón alcanzaron un promedio de 540 g/día, lo que atribuyeron al incremento de los nutrientes que el subproducto, como la proteína.

De igual manera, se observó una disminución de algunos indicadores de estrés calórico, como el pH de la orina y de las heces y la temperatura rectal, lo que permitió gestaciones en menores periodos de tiempo, pues una ganancia de peso de 300 a 600 g/día garantiza una buena reproducción y un mayor porcentaje de gestación.