La caña de azúcar es una alternativa de alimento para los bovinos, sobre todo en esta época crítica en la que escasea el pasto. CONtexto ganadero consultó a expertos para saber cómo conservarla mejor y por más tiempo. El presidente de la Asociación Colombiana de Productores y Proveedores de Caña de Azúcar, Procaña, Carlos Hernando Molina, explicó que la caña por sí sola tiene un aporte nutricional muy pobre para los rumiantes. “La caña es un alimento desbalanceado. Es un recurso muy rico en carbohidratos pero muy pobre en nitrógeno y proteína. Cuando se usa para dar de comer a los rumiantes, se tiene que hacer una suplementación estratégica con proteína que puede venir de hojas de árboles como la alfalfa o de plantas como el girasol, la soya o la torta de algodón”, dijo. Escuche a Molina, presidente de Procaña
Para incrementar los niveles de nitrógeno, la caña se debe mezclar en bloques multinutricionales con otros alimentos proteicos y con nitrógeno no proteico, como la urea. Esto aumenta los niveles de amoníaco y la población de bacterias celulolíticas, que son las encargadas de digerir la fibra de la caña y que son fuente de proteína cuando pasan al tracto digestivo. A pesar de su bajo contenido proteico, la caña tiene otras ventajas. En primer lugar, es un forraje que produce mucha más biomasa, es decir mayor cantidad de comida por unidad de superficie, que otros forrajes. En segundo lugar, no pierde su capacidad de aportar carbohidratos a diferencia de pastos convencionales. (Lea: Estrategias para administrar silo de caña para bovinos en verano) Para garantizar que se conserve mejor, los productores pueden convertir la planta en harina. El procedimiento para obtenerla consiste en tomar la caña, picarla y dejarla secar bajo el sol o en un horno a una temperatura superior a los 150 ºC por un corto período. “La harina es caña de azúcar deshidratada. Puede funcionar como suplemento en el momento del ordeño de los animales para suministrar carbohidratos, fibra y materia seca”, aseguró Molina. (Lea: Silos de caña de azúcar, mejores de lo que usted se imagina) Cuando escasea la comida, se puede sembrar caña y transformarla en harina con el fin de guardar para los tiempos más difíciles, como los que atraviesan muchos ganaderos en este momento por cuenta del intenso verano. Así, la caña de azúcar puede funcionar como balance en épocas de crisis de producción de pasto en los potreros y de sobreproducción en los campos de caña de azúcar. Por ejemplo, en la Hoya del río Suárez, una región ubicada entre los departamentos de Santander y Boyacá, producen caña que luego envían a otras zonas del país. Carlos Andrés Pinilla Galvis, presidente del Comité de Ganaderos de la Hoya del río Suárez, indicó existe un proyecto en el cual paneleros que siembran la planta, la pican y la transforman en harina para enviarla a otras regiones. “Esta es una zona panelera. Aquí la compran por toneladas, la pican, la empacan y la envían a la sabana de Bogotá y a la Costa Atlántica”, contó. (Lea: Sea recursivo para alimentar a los semovientes en temporadas de verano) Para Molina, este recurso es una solución cuando la oferta de comida en los potreros es casi nula, como sucede hoy en día en la región Caribe. En lugar de que el ganadero venda sus animales, el presidente de Procaña propuso que adquiera suplementos como la caña de azúcar. “La caña es un recurso alternativo muy bueno, sobre todo en esta época de fenómeno de El Niño donde los potreros están muy deprimidos y ofrecen muy poca materia seca. Uno puede suplementar el ganado con esta planta para satisfacer las necesidades de alimento que requiere el animal”, manifestó el dirigente.