El fuego ha sido una herramienta clave en el manejo de los recursos naturales. Su manejo debe realizarse bajo estricto cuidado en zonas no ocupadas por los seres vivos. Conozca cómo puede manejarse de forma ecológica en ganadería.

Para nadie es un secreto que el fuego ha sido utilizado en el manejo de la fauna silvestre, desmonte y cultivo agrícola, inducción de pastizales y control de establecimiento de plantas leñosas, así como para otros momentos.

En el manejo de las pasturas, el fuego es una herramienta importante según lo menciona el Manual de uso fuego en paisajes ganaderos que expone que con este elemento se espera provocar el rebrote de los pastos, los cuales son en mayor cantidad y de mejor calidad.

Algunos autores dicen que el régimen del fuego adecuado para el manejo de pasturas es la quema bianual, dado que los pastos presentan mayores concentraciones de fósforo, calcio y sodio en la biomasa aérea de los pastizales. (Lea: Alternativas a la siembra con quema para manejar terrenos no mecanizables)

Además, también se ha demostrado que el fuego afecta directamente a las garrapatas por la exposición que sufren a las altas temperaturas los estadios de larvas, las hembras adultas y los huevos, además de afectan la capa de vegetación en la que se protegen estos organismos.

Pero a pesar de ser el fuego un elemento necesario en ganadería, debe ser usado de manera correcta para obtener los objetivos que se persiguen, ya sea la regeneración de los pastos o para eliminar plagas y enfermedades, entre otros.

Es por esta razón que en el manual hablan de un modelo ecológico del fuego en pastizales, que ha servido como visualización abstracta de los efectos del fuego en los ecosistemas, en donde se puede observar de manera concreta los procesos de evolución o degradación de determinado ecosistema por el efecto de una perturbación.

La primera condición que se habla en el documento es llamada pastizal y se refiere a la situación actual de un terreno con pastizal (nativo o inducido) que tiene la presencia de fuego en un rango de 1-3 años de manera superficial, baja intensidad y alta velocidad. Si se modifica el régimen del fuego con una ausencia en el lugar de 5-8 años, se iniciará un proceso de evolución del ecosistema que llevará a la presencia de árboles dispersos.

La segunda condición del modelo ecológico se da en un lugar con árboles dispersos y con vegetación secundaria, sugiriendo un régimen del fuego de 3-5 años de tipo superficial con alta velocidad y baja intensidad. En un momento dado que se modifique la presencia del fuego en ese sitio o se aumente su intensidad, el ecosistema se degradará a pastizal nuevamente.

Por el contrario, si se extiende por mayor tiempo la ausencia del fuego en el sitio, es decir de 8 a 10 años, este evolucionará a una hierba alta y de tallo grueso a la que le llaman acahual. (Lea: ¿Sabe usted los efectos de las quemas en sus tierras?)

En la tercera condición del modelo, el acahual tendrá un régimen del fuego poco frecuente (10 y 20 años), con incendios superficiales de media intensidad y media o alta velocidad. El manual explica que, si existe la presencia de fuegos más frecuentes y de media o alta intensidad, entonces el ecosistema se degradará a arbolado disperso como en la condición 2, pero si se logra suprimir durante 10-20 años la presencia de fuego en el sitio, este evolucionará a selva.

La condición cuatro está enfocada en la selva, con un régimen del fuego poco frecuente (décadas) de tipo superficial de baja intensidad y baja velocidad. En esta el ecosistema se puede degradas si se modifica a un menor tiempo la presencia del fuego, llegando a la condición 3 o con un evento de alta velocidad a arbolado disperso como en la condición 2, así como a un incendio de alta intensidad, baja velocidad y asociado a sequia extrema, que llevará a la degradación del ecosistema como en la primera condición.

Finalmente, el manual dice que el modelo ecológico brinda algunos conceptos básicos que deben ser valorados por cada dueño de finca, ya que debe relacionarse con los objetivos que tenga a corto, mediano y largo plazo en su predio.