De acuerdo a un texto llamado ‘Fisiología clínica de la reproducción de bovinos lecheros elaborado por Joel Hernández Cerón’, el periodo variable de la vaca lechera es afectado principalmente por el estado nutricional del bovino, la producción de leche, la ganancia o pérdida de condición corporal antes y después del parto, y por condiciones patológicas. (Lea: ¿Cómo evitar los anestros en su finca?)
Anestro patológico: En la vaca se ha calculado que las alteraciones del aparato genital que afectan la actividad ovárica, representan solo 10% del total del total de las causas de anestro. Entre las alteraciones del aparato genital se encuentran los quistes foliculares, quistes luteinizados, aplasia segmentaria, piometria y momificación fetal.
Los quistes foliculares son la patología ovárica más frecuente en el ganado bovino lechero, provocando pérdidas económicas, debido al retraso del periodo del parto al primer servicio, por el costo de los tratamientos y por el riesgo que tienen las vacas de ser desechadas.
La incidencia ha aumentado conforme se ha intensificado la producción de leche. Entre 5 y 30% de las vacas desarrollan quistes foliculares en los primeros 60 días posparto, sin embargo, cerca de 60% de estas se recuperan espontáneamente.
Los signos clínicos de estos son ninfomanía, ciclos cortos, masculinización y relajamiento de los ligamentos pélvicos. Sin embargo, actualmente una alta producción de las vacas con quistes foliculares muestra anestro.
Durante muchos años se definió un quiste folicular como un folículo de un diámetro de 2.5 mm, que está presente en uno o en ambos ovarios durante un mínimo de 10 días, en ausencia de un cuerpo lúteo. Los conocimientos actuales han modificado el concepto clásico; así, no todos los quistes foliculares tienen un diámetro de 2.5 mm; además, algunos pueden persistir más de 10 días. (Lea: ¿Cuáles son los diferentes tipos de anestro en las vacas?)
Anestro en relación con el momento del servicio: El anestro en el ganado bovino se ha clasificado también en anestro preservicio y postservicio.
- Anestro preservicio: Influye vacas y vaquillas que no han mostrado estro en el periodo en el que deben ser servidas. En algunos estudios se ha observado que el anestro antes del servicio puede afectar hasta 50% de las vacas elegibles para presentar estro.
- Anestro postservicio: En este grupo se incluyen las vacas que no retornan en estro 21 días después de la inseminación y no están gestantes. A estas vacas se les ha llamado vacas fantasmas. La causa principal del retraso del retorno al estro es la baja eficiencia en la detección de estros; pero también se han descrito otras causas como inseminación en un estro anovulatorio, inseminación a tiempo fijo en vacas en anestro, suspensión de la ciclicidad después del servicio, fases lúteas largas y muerte embrionaria.
El diagnóstico precoz de la gestación es de gran ayuda para conocer oportunamente qué animales no están gestantes. La ecografía en el día 30 posinseminación adelanta, al menos 10 días, la resincronización de las vacas vacías.
Falso anestro: Este anestro causa las mayores pérdidas económicas de carácter reproductivo en hatos lecheros, y se refiere a las vacas que están ciclando, pero no son observadas en estro por los colaboradores.