La respuesta inmune en los mamíferos ha sido muy mencionada a lo largo de la historia por sus divisiones y complejidad para entenderla. CONtexto ganadero explica cada una de estas y los factores que las determinan.
En el libro Inmunología veterinaria, elaborado por José Ángel Gutiérrez Pabello, se hace referencia a que es importante tener en cuenta que la respuesta inmune se ha dividido en innata o adquirida que no se pueden ver como mecanismos aislados o independientes, pues se complementan y muchos de los elementos que participan en un tipo son indispensables para que la otra pueda llevarse a cabo. (Lea: Piense en ellas, y en cómo no indigestar su sistema inmune)
En el texto, el autor expone que “es las suma de ambas respuestas la que ha perpetuado la estancia de los vertebrados en la tierra bajo la continua presión ejercida, tanto por los microorganismos en potencia patógenos, como por las alteraciones que las células propias pueden sufrir durante su rápida multiplicación”.
Para Gutiérrez Pabello, la respuesta innata se refiere a los mecanismos de defensa más primitivos con los que nace el individuo y es la primera barrera a la que se enfrentan los organismos. Desde el punto de vista evolutivo es la más antigua porque exprese genes que se relacionan de forma directa con los mecanismos de protección.
La respuesta adquirida apareció hace unos 400 millones de años y se encuentra presente en los vertebrados como los bovinos, por lo que está asociada a mecanismos de la respuesta innata y expresa productos de la recombinación de genes.
Diferencias entre la respuesta innata y la adquirida
La diferencia principal entre la respuesta innata y la adquirida está dada en la forma en que se reconocen y eliminan los agentes extraños, sin embargo ambas se complementan. (Lea: ¿En qué consiste la inmunodepresión o inmunosupresión en bovinos?)
- La inmunidad innata es de acción inmediata, mientras que la adquirida tarda algunos días en manifestarse.
- La primera no es inducida, mientras que la segunda sí.
- La innata es inespecífica, mientras que la adquirida sí lo es.
- Acorde con los expertos, la innata no tiene memoria porque actúa igual en rapidez e intensidad la primera y la quinta vez, mientras que la adquirida registra los cambios una vez se activó, lo que genera una memoria inmunológica.
- La primera no es transferible, mientras que la segunda sí lo es.
Factores determinantes en la respuesta innata
De acuerdo con Gutiérrez Pabello, “diversos factores intervienen en forma directa en la calidad de la respuesta inmune innata, tales como la especie, raza, edad, sexo, así como la nutrición o el estado de salud del animal”, explica.
De esta manera, se sabe que hay especies más o menos susceptibles de padecer cierto tipo de enfermedades, que no pueden presentarse en otros. Algunos microorganismos pueden causar lesiones muy graves durante el estado fetal, así como ocasionar trastornos durante toda la vida. Por ejemplo, los individuos sometidos a estrés tienden a enfermarse con mucha facilidad. (Lea: Investigación: utilizan vitamina D para prevenir la mastitis bovina)
Dentro de los factores nutricionales se pueden destacar los ácidos grasos como el omega 3 y 6 que juegan un papel importante en el mantenimiento de la inmunidad innata ya que regulan la síntesis de los derivados del ácido araquidónico.
Fuente: Inmunología veterinaria