Los ejemplares del mejor ganado del país ya están en Barranquilla y, como parte del protocolo previo al certamen, expertos evalúan sus condiciones físicas con pruebas de báscula, ultrasonido y medidas. En Puerta de Oro, Centro de Eventos del Caribe se hospeda por estos días el mejor ganado del país. Se trata de ejemplares de las razas Brahman, Gyr y Guzerá que están preparados para competir en Agroexpo Caribe con sus excelentes cualidades físicas: peso ideal acorde a la edad, niveles óptimos de grasa corporal, medidas perfectas y un desplazamiento sin errores. Tal como si se tratara de ‘reinas’ de belleza bovina o atletas de alto rendimiento. En la competencia solo desfilarán los mejores. Por eso un grupo de expertos se encarga de aplicar exámenes físicos a los ejemplares inscritos, antes de que lleguen a la pista de juzgamiento. (Lea: Con ciencia y genética, sector ganadero le apunta a la exportación) El certamen ganadero, con los desfiles y pruebas en las distintas categorías, hace parte del repertorio de actividades de la feria organizada y operada por Corferias, que comenzará este miércoles y finalizará el domingo. Cerca de 2.000 animales estarán en exhibición para el público general y especializado en el sector ganadero, en un evento que trae lo mejor del campo a la ciudad. Un toro Brahman gris proveniente del Cesar fue uno de los tantos ejemplares revisados. Fue recibido en la zona de pruebas por Javier Ardila, técnico de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú, Asocebú, quien puso a caminar al animal en un corto desfile donde revisaron su desplazamiento perfecto y su movimiento natural, y que no tuviera malformaciones ni magulladuras en sus extremidades. “Antes de cada prueba verificamos la identidad del animal, que corresponda al inscrito. Lo miramos desde la punta de la nariz hasta la cola, y revisamos que no presente anomalías en su desplazamiento y conformación. Luego se toman unas medidas de altura en la base del sacro, que es la parte del bovino donde hay menos variabilidad”, describe Ardila, y agrega que en este primer segmento también se mide la circunferencia testicular. “Los ejemplares que no cumplan con el mínimo de las medidas en testículos no pueden participar, porque el diámetro es reflejo de la capacidad reproductiva. Por ejemplo, las hijas de toros con diámetro testicular amplio tienen un mayor porcentaje de ser fértiles”, asegura el técnico de Asocebú. La siguiente estación para el toro es la prueba de ultrasonido en la que verifican el nivel de grasa corporal. Diego Zambrano, veterinario y técnico de la asociación, es uno de los encargados de este segmento de la revisión técnica que permite saber, a través de un ecógrafo, cuál es la cantidad de grasa y músculo que tiene el animal con relación a su peso y edad. (Lea: Una granja temática llevará a niños a vivir el campo en Agroexpo Caribe) “Lo que hacemos en la feria con esta tecnología es encontrar animales que tienen engrasamiento alto porque eso tiene implicaciones en la salud por obesidad. Buscamos que los ejemplares de show sean sanos, sin problemas reproductivos, metabólicos, ni en su desplazamiento causados por el sobrepeso”, explica Zambrano. Con el objetivo claro el veterinario se aproxima a la estructura donde introducen al toro para la prueba y aplica aceite vegetal en 2 puntos del cuerpo sobre los cuales ubica el dispositivo del ultrasonido llamado transductor. “Una de las áreas importantes para medir es la de ojo de lomo, entre la última y penúltima costilla, ponemos el transductor que hace una especie de corte transversal con ultrasonido. Las ondas que emite son de 3.5 megahertz, frecuencia que da mucha profundidad para definir todo el músculo”, comenta Zambrano mientras hace el contacto con la piel del animal y señala la pantalla donde se identifican los tejidos: la piel, tejido graso y músculo. A partir de esa imagen definen si el toro está o no en niveles óptimos. En menos de 10 minutos el toro de las tierras del Cesar pasa a la última etapa: la báscula bovina, que es una especie de corral estrecho donde el cuidador introduce el animal para que la superficie registre su peso total. Un grupo de expertos mira desde afuera y consigna los datos del pesaje en el computador junto a los resultados de la primera medición. Los números en la balanza pueden descartar a un ejemplar antes de que ponga una pata sobre la pista de juzgamiento. Así lo explica Edgar Ariza, médico veterinario de Asocebú. “En la báscula se toma el peso que corresponde a la edad del animal para habilitarlos para competir. Hay unos pesos máximos y mínimos por categoría. El animal que registe un peso superior o esté por debajo del mínimo queda fuera de competencia”, asegura el veterinario tras explicar que estos escenarios son ideales para que los ganaderos muestren los resultados de los buenos manejos que ejecutan con sus animales. Después de la revisión los ejemplares vuelven a sus corrales de techos altos y pisos cubiertos con cascarilla de arroz, protegidos del sol y la lluvia. Allí esperan su debut en la pasarela de Agroexpo Caribe donde competirán con sus atributos en el marco de la edición 69 de la Feria Nacional Cebú.