La Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra) inició la formulación de dos Cartas del Paisaje Agropecuario, instrumentos para el ordenamiento y gestión territorial agropecuaria.
Dichas Cartas buscan promover el desarrollo rural con enfoque territorial, fortalecer la gobernanza local e incidir en ejercicios de revisión, ajustes y modificación de los Planes de Ordenamiento Territorial Municipal. (Lea: Escarabajos y sostenibilidad del paisaje ganadero)
Se trata de un instrumento voluntario de acuerdos entre actores locales que busca facilitar la gestión de los paisajes agropecuarios en el territorio mediante orientaciones para su uso sostenible y su articulación con otros instrumentos de gestión, ordenamiento y planificación territorial.
A través del mismo se orientan acciones de protección y promoción del desarrollo local y se materializa con el establecimiento de un pacto territorial y una hoja de ruta para alcanzar los objetivos de calidad paisajística a partir de la visión concertada y deseada de un paisaje.
Una de estas Cartas corresponde al paisaje ganadero que se desarrolla en las sabanas de Paz de Ariporo (Casanare), junto a la alcaldía del municipio y como parte del Proyecto Biocarbono Orinoquia, liderado por el Gobierno nacional, con apoyo del Banco Mundial, Alemania, Noruega, Reino Unido y Estados Unidos, a través del Fondo Biocarbono. La otra carta es la del paisaje cacaotero en el municipio de Acacías (Meta).
En la construcción de este instrumento participan distintos actores de los sectores público y privado: productores, asociaciones y gremios de la producción, líderes locales, administraciones locales, académicos, entre otros.
Durante el proceso, se realizan los talleres “Trabajemos juntos por nuestros paisajes agropecuarios”, en los que distintos actores se reúnen y reflexionan sobre las actividades agropecuarias y su rol en la cultura local, además de aportar para la adecuada identificación de los paisajes agropecuarios objeto de estudio. (Lea: Con reconversión ganadera se protege el ecosistema y se moldea el paisaje)
El paisaje ganadero del municipio de Paz de Ariporo (Casanare) se destaca por su evolución armoniosa con las dinámicas de la sabana inundable y la importancia económica de la actividad ganadera para esta región.
En este municipio, la administración local ha considerado las Cartas del Paisaje Agropecuario en su Plan de Desarrollo y expresado su compromiso con estas participado activamente en su construcción.
La alcaldesa de Paz de Ariporo, Eunice Escobar, manifestó que “trabajar los paisajes agropecuarios en la región a través de este instrumento es una señal de integración de la sostenibilidad a los proyectos agropecuarios, lo cual permitirá sentar las bases de una economía sólida y amigable con el medio ambiente, primordial para el desarrollo sostenible, que hace parte del Plan de Desarrollo promovido por la administración municipal”.
Por su parte, el director de la Upra, Felipe Fonseca Fino, señaló que “reconocer los paisajes en estas zonas del país es una gran oportunidad para descubrir, valorar y exaltar la importancia de los paisajes agropecuarios y estas cartas se convierten en un instrumento para su gestión”. (Lea: Fedegán, CATIE y RAP-E firman convenio de promoción de paisajes ganaderos sostenibles)
Además, con la aplicación de este instrumento se cumple una función social, cultural, ecosistémica, productiva y económica, ya que se busca proteger la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad en áreas donde coexisten la naturaleza y la agricultura.
Los paisajes agropecuarios son la oportunidad de reconocer la agricultura como patrimonio cultural de los territorios, contribuyen al desarrollo rural y son una forma amigable con el medio ambiente de atraer ingresos asociados con lo rural, como el turismo rural, la gastronomía, entre otros.