Ser exitoso en cualquier tarea de la vida no es cuestión de azar o suerte. Destacarse en alguna actividad implica sacrificios, cambios, innovación, estrategia y trabajo. Esas fueron las enseñanzas que dejaron 2 productores destacados por el modelo administrativo implementado en sus predios lecheros. Durante el 2° Simposio de Empresarios Lecheros organizado por Infortambo Andina, una de las ponencias más emotivas y que se robó muchos aplausos fue la que abordó el tema sobre gerencia de empresas lecheras. Allí se presentaron 2 modelos exitosos de administración y que son dignos de replicar en varias regiones del país. (Lea: Claves para crear empresa agropecuaria en Colombia) La intención de este módulo, además de presentarles a los productores experiencias superlativas, pretendía llamar la atención de los ganaderos para que entiendan que sí es posible tener sistemas productivos competitivos y con excelentes resultados. La primera experiencia presentada fue la de la finca Pino Hermoso, un predio ubicado en Salento, Quindío, y del que está a cargo desde hace 23 años Julián Noreña, un ingeniero eléctrico que cuando asumió el reto de ser ganadero poco o nada sabía del sector. Sin embargo, ante ese desconocimiento se preparó en materia económica para buscar una idea que le permitiera cambiarle el rumbo a la empresa. Eso generó la creación de algo que denominó Cuadro de Mando Integral, CMI, que es una metodología que ayuda a las empresas a traducir la estrategia en términos de mediciones, de modo que impulse el comportamiento y el desempeño de las personas hacia el logro de los objetivos estratégicos. Es decir, es una empresa enfocada en la estrategia. (Lea: Pautas para crear empresa agropecuaria exitosa en Colombia) “En el CMI están claros los ingresos financieros, los procesos internos, la formación, el crecimiento y los clientes. Nos permite hacerle un seguimiento adecuado a los indicadores estratégicos planteados y tener una visión integral de la empresa lechera”, aseveró Noreña. La Hacienda Pino Hermoso tiene estrategias como mejorar la rentabilidad del negocio, aumentar la calidad de la leche, certificarse en BPG y tener bovinos de mejor genética, y por último capacitar a los empleados. “Esas metas las cumpliremos implementando de forma correcta algo que denominé Edir: estrategia, disciplina, innovación y respeto. Hacia allá vamos”, remató el gerente de la empresa. (Lea: Así es la lechería aplicada a un modelo “inteligente”) La siguiente experiencia fue presentada por Javier Ardila, zootecnista y quien desde que terminó la carrera soñaba con administrar la Hacienda Casa de Lata en Chiquinquirá (Boyacá), pero su padre no le entregó la finca con tanta facilidad. Solo hasta 1995 Ardila empezó a manejar de forma integral el predio, pero pasaron 6 años para que la lechería tuviera un cambio total. En 2001, Ardila refundó la finca, con ello creó una marca registrada con el nombre de la empresa, le introdujo una planeación estratégica con una misión, visión, principios y valores. “Nosotros nos preocupamos mucho por el personal, lo capacitamos permanentemente y lo empoderamos de responsabilidades. De no ser por el compromiso de mis trabajadores, seguramente no habríamos logrado tantos éxitos”, reveló Ardila en medio de lágrimas. (Lea: Modelo cooperativo de Colácteos fue destacado en Pasto) En la hacienda trabajan 17 personas en la nómina. 2 son encargados el tema administrativo (uno de ellos es Javier Ardila), hay 5 que van por medio tiempo y hay 10 que trabajan la jornada completa. Para el dueño de la compañía tienen prioridad las parejas de espsoso, pues a su juicio son más comprometidos. Todos los cambios en materia de administración y estrategia le permitieron a Casa de Lata ganarse en 2007 el premio Nacional de la Ganadería, José Raimundo Sojo Zambrano, entre otros galardones que han obtenido en materia de lechería y administración.