La implementación de los sistemas silvopastoriles intensivos, sspi, en la ganadería de carne mejora las condiciones corporales de los animales y la producción de una proteína roja de alta calidad, que se paga a un mejor precio.   Así lo dio a conocer Fernando Uribe Trujillo, coordinador de Ganadería Colombia Sostenible del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, Cipav, en el III Seminario Internacional del Sector Cárnico Bovino, que se desarrolló en Bucaramanga los días 18 y 19 de noviembre.   Uribe Trujillo afirmó que con el uso de los silvopastoriles intensivos en fincas de Colombia es posible aumentar la carga animal por hectárea, mientras se conserva sombra y alimento de calidad para los rumiantes. (Lea: 3 especies ideales para establecer SSPi en el trópico alto)   En ese sentido, se pueden tener 5.000 plantas por hectárea a 60 en pastoreo directo, lo que hará que la producción ganadera sea sustentable. Para eso se han usado plantas como leucaena, tanzania y mombasa en el trópico, que han permitido que los periodos de descanso de estos forrajes sean de 40 a 45 días. Es así como, anotó el representante del Cipav, los animales estarán solo 8 veces en el potrero al implementarse la rotación en las fincas.   La preocupación de los ganaderos con el uso de los sspi es el tiempo extenso de recuperación de algunos pastos, de 40 a 45 días; sin embargo, recalcó el experto en silvopastoriles, no se “sobre madura, no se aumenta fibra y esto es por el efecto sombra al respetar el periodo de descanso de los arbustos”.   No obstante, la recuperación eficiente de los sistemas silvopastoriles hacen que tengan un contenido adecuado de proteína, sin exceso de fibra y mejores niveles de minerales, lo que reduce el uso de sales mineralizadas y fertilización, mientras el ganado se ceba adecuadamente.   “Se ha incrementado la capacidad de carga animal por hectárea con el mejoramiento de la oferta forrajera y con los silvopastoriles intensivos. Si hay más animales por hectárea no se pierde la calidad de los silvopastoriles, por el contrario mejora su biomasa y el consumo voluntario del ganado”, expuso Uribe.   De otro lado, el ganado que se cría, levanta y ceba con los sspi emite menos gas metano por cada kilogramo de carne producido. Un interés para los productores respecto de la rentabilidad, además del apoyo al mejoramiento ambiental, es el aumento en los ingresos económicos.   En esa línea, aseguró Uribe Trujillo, el ganado que se ceba en un sistema tradicional gana 78 kilos de carne por hectárea y con los silvopastoriles intensivos se ha logrado una ganancia de 600 a 900 kilos en la misma área, es decir, aumentan los ingresos económicos. (Lea: Fedegán y CIPAV dictaron curso en manejo de sistemas silvopastoriles)   “Eso se logró con 0 riego y fertilización y a bajo costo”, apuntó el coordinador de Ganadería Colombia Sostenible del Cipav. A lo anterior se suma el hecho de que la calidad de la proteína rojo ha mejorado, al confirmarse que contiene menos grasa y alto valor diferencial, lo que solicitan en la actualidad mercados importadores de carne.   Es así como la tarea de los ganaderos que ceban novillos en Colombia es analizar su predio y determinar qué silvopastoriles les servirán para nutrir su hato y tener resultados satisfactorios en cuanto a calidad de carne producida por animal y en ingresos recibidos por rendimiento de la canal.