El chino santandereano es una raza criolla colombiana en vía de extinción. El inventario del país no supera los 500 ejemplares, localizados todos en San Gil. Ahora, el municipio de Barrancabermeja le apuesta a la adopción de la especie.   Para ello, la Universidad de la Paz, Administración de Barrancabermeja y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, trabajan desde 2014 en un proyecto que promueve la adquisición de embriones, pajillas y núcleos animales. (Lea: El ganadero que convive con 3 razas criollas colombianas)   Es así como la Alcaldía compró alrededor de 12 embriones y 18 ejemplares de chinos santandereanos a la finca Ojo de Agua de San Gil. El proyecto recibe una inversión de $180 millones. El materia genético se caracteriza para conocer su grado de pureza con ayuda de Corpoica y los animales se hallan en una finca de la Universidad de la Paz con praderas aptas para su conservación.   “Se busca preservar especies promisorias y en ganadería lo hicimos con la compra del núcleo de animales y de embriones”, manifestó Javier Sarmiento, director de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria de Barrancabermeja, Umata, en Barrancabermeja.   Los embriones fueron transferidos a vacas receptoras para en un futuro hacer el análisis morfológico de las crías y aprovechar las biotecnologías para replicar la raza y aumentar el número de animales en la región.   En 2015, buscan avanzar en el análisis de las pajillas y en la conservación del material para regalarlo a fincas "juiciosas" que quieran hacer repoblamiento bovino con el chino santandereano mediante la inseminación artificial.   La evaluación, congelamiento y empacado del semen es posible gracias al equipo CAZA que adquirió la administración de Barrancabermeja y que se entregó a la institución de educación superior que lidera el proyecto para que se le dé continuidad en el tiempo. (Lea: Romosinuano, única raza criolla colombiana queha traspasado fronteras)   El laboratorio de genética animal cuenta con un sistema microscópico computarizado que evalúa la calidad del semen para elegir el mejor material al momento de hacer inseminación artificial o usar la técnica in vitro. La inversión fue de $400 millones.   “Este año se termina el periodo constitucional de la administración y esperamos que la entrante no deje que el proyecto desaparezca y lo apoyen para replicar la raza por medio de las biotecnologías”, apuntó Sarmiento.   José Antonio Velásquez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y Colombianas, Asocriollo, manifestó que el proyecto desarrollado en Barrancabermeja es valioso porque “los  recursos genéticos locales son de importancia para el país y el Chino Santandereano es una raza bovina criolla de Colombia, adaptada a las difíciles condiciones del clima en la zona de Santander, es productora de carne y leche y garantiza la seguridad alimentaria de la zona donde esté”.   El dirigente añadió que se requiere multiplicar la raza y ojalá se haga mediante la obtención de variabilidad genética del Chino Santandereano.