El elemento semimetálico es necesario para el bienestar de bovinos y ovinos. Una deficiencia del mismo puede causar graves enfermedades musculares que conlleven a la muerte. Las crías son las más susceptibles a padecer este tipo de males.   Los minerales cumplen una labor esencial en la formación y normal funcionamiento de los semovientes. Uno de los más importantes es el selenio, elemento semimetálico necesario para que el páncreas trabaje de forma correcta y no presente una degeneración, ya que si ocurre es factible que se produzca una lipasa pancreática y se perjudique el metabolismo de las grasas.    Además de esa afección, los terneros y corderos pueden sufrir un mal conocido como Distrofia Muscular Nutricional, DMN, o enfermedad del músculo blanco, la cual se presenta en animales con estriaciones blancas y con degeneración de su musculatura. (Lea: La importancia del cobalto en la ganadería)    La situación puede complicarse a tal punto que puede terminar por afectar el corazón causando muerte súbita, algo que se presenta con mayor frecuencia en aquellas especies criadas en zonas con deficiencia de selenio.    Michael Rúa Franco, zootecnista de la Universidad de Antioquia, especialista en Nutrición Animal de la U.D.C.A, aseveró en el país es más común asociar la ausencia del mineral a problemas reproductivos de las vacas y ovejas, tanto en bajas tasas de fertilidad como en muertes y pérdidas embrionarias. Incluso se vincula esa dificultad a ejemplares con retención de placenta. (Lea: Importancia de las vitaminas del complejo B para el ganado de ceba)   El experto aseveró que cuando se aporta selenio en la dieta de las vacas y ovejas, suele haber mejores tasas de concepción y reducción en los casos de muerte embrionaria, además se reportan incrementos en el porcentaje de nacimientos. En ovejas estimula el nacimiento de corderos gemelos, o mejora la supervivencia de los crías durante sus primeras semanas de vida   “Al igual que con todos los microminerales, no hay que caer en el juego de suplementar con selenio solo por ‘prevenir’, porque es relativamente fácil incurrir en intoxicaciones que pueden causar problemas de salud severos”, recomendó.   En tanto, un portal especializado asegura que la suplementación con vitamina E y selenio se asocia a la disminución en la incidencia de casos de mastitis y un aumento en la calidad de la leche relacionado con un menor recuento de células somáticas. (Lea: Ácido fólico, una vitamina para mejorar la producción ganadera)   Incluso, unos expertos al considerar los efectos positivos que genera la vitamina E sobre la función de los neutrófilos, expusieron que al proveer una dosis adicional de ese compuesto en las vacas lecheras en el período periparto puede reducir la incidencia de mastitis.    “Usualmente el contenido de vitamina E del calostro es bajo a menos que la vaca haya sido suplementada con vitamina E. Por lo tanto, optimizar la nutrición con ese material durante la gestación tardía y lactación temprana reforzará el sistema inmune de la vaca asegurándose además la adecuada entrega del compuesto a la cría”, añade.   No obstante, antes de suministrar selenio a sus ejemplares, debe consultar con su médico veterinario de confianza para no sobrepasar la cantidad necesaria y poner en riesgo su producción. (Lea: Carne de bovino: rica en zinc, hierro y vitamina B12)