La sostenibilidad en la ganadería es una prioridad cada vez más evidente en Colombia, y el proyecto SATREPS (Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development), financiado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Ciencia y tecnología de Japón (JST) están cooperando para esta transformación. Con una duración de cinco años, este proyecto ha llegado a su segundo año, centrado en mejorar la eficiencia productiva y fortalecer la cadena de valor de la carne de bovinos alimentados con forrajes. Para ello se investiga el microbioma ruminal de vacas y la optimización de la gestión forrajera a través de tecnología de punta, que incluyen sensores remotos, inteligencia artificial y big data. Todo sustentado en una plataforma digital en desarrollo que incluyen trazabilidad animal y certificación, como herramienta para los productores ganaderos en Colombia.
Un proyecto integral con cuatro componentes clave
SATREPS es un proyecto multifacético que integra cuatro componentes esenciales para el desarrollo de una ganadería más eficiente y sostenible. Manuel Gómez, Director del Área de Sostenibilidad de Fedegán, explica que el primer componente se enfoca en integrar la trazabilidad y el sello GrassFed en el desarrollo de una plataforma digital, además de sustentar las tecnologías que se están investigando en el proyecto con el fin de que los productores los utilicen para certificar y hacer seguimiento más eficiente a su ganado y a su predio.
El segundo componente se centra en la caracterización de la microbiota asociada al contenido ruminal, donde ya se han logrado avances significativos en la caracterización del microbioma a través de estrategias de secuenciación de nueva generación. Adicionalmente se está haciendo un seguimiento de crías evaluando parámetros bovino-métricos para establecer curvas de crecimiento hasta el destete. Se tiene proyectado realizar inoculaciones de comunidades microbianas en las crías que busca mejorar la eficiencia en la conversión forrajera y reducir la emisión de gases de efecto invernadero, como el metano, que es uno de los principales retos ambientales asociados a la ganadería.
El tercer componente abarca la investigación de forrajes adaptados a la región y su comportamiento en sistemas rotacionales, a través del seguimiento directo como mediciones de aforos, análisis físico-químicos de suelos y de forrajes, e indirectos como mediciones utilizando tecnología de sensores remotos en aeronaves no tripuladas (ANT) e imágenes satelitales, con el fin de poder obtener la predicción de la biomasa y calidad de forraje.
El cuarto componente se enfoca en establecer el sello GrassFed, desarrollado por Fedegan con el apoyo de ProColombia y el Fondo de Estabilización de Precios, con una versión mejorada o plus. Este sello certifica a los ganaderos que adoptan prácticas sostenibles y eficientes, contribuyendo así a la producción de carne y leche de alta calidad con menor impacto ambiental. Por otro lado, dentro de este componente, se realizarán análisis sobre las características de calidad de la carne asociadas a animales cuya alimentación se basa solo en pastos, como soporte a la calidad de un producto con sello GrassFed. Finalmente, es tarea de este componente establecer todos los mecanismos de divulgación de este proyecto.
Se destaca la integración de sistemas silvopastoriles, que combinan árboles y pasturas en un mismo terreno, aumentando la biodiversidad y mejorando la productividad del suelo. En relación con esto, Gómez menciona, que recientemente el equipo del componente 1 del proyecto ha decidido integrar información que permitirá medir el nivel de cobertura arbórea en una determinada área, lo que podría en un futuro permitir una nueva certificación, asociada al incremento de la cobertura arbórea en la finca de productores que voluntariamente hayan decidido aportar la información necesaria para obtener esos datos. De esta forma "los sistemas silvopastoriles se siguen posicionando y se suman a las mediciones que estamos realizando en los predios piloto en Córdoba”, indica Gómez.
El proyecto SATREPS no solo es un esfuerzo local, sino una colaboración internacional que involucra a diversas instituciones de Japón y Colombia. En julio, el Centro de Investigación Turipaná, de Agrosavia, recibió a la delegación japonesa que incluía personal de JST, JICA y de la Universidades de Nagoya y Chubu; y a los aliados de Colombia, Alliance Bioversity International-CIAT y Fedegan, para realizar el segundo Comité de Coordinación Conjunta (CCC), reunión anual para hacer la revisión de general y puntos más importantes del proyecto, y que además contó con la visita de observadores del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR).
Posterior a ello, la delegación de 11 funcionarios japoneses visitó las instalaciones de Fedegan en Bogotá, quienes evaluaron de primera mano los avances del proyecto en el país. Gómez resalta que "el objetivo era conocer de primera mano los avances de la ganadería sostenible desde Fedegán, el manejo del sello y, por supuesto, todas las actividades conjuntas que estamos desarrollando".
Además, durante el CCC, se firmaron nuevos acuerdos de trabajo para el tercer año del proyecto, con un enfoque particular en el seguimiento y la expansión de los sistemas silvopastoriles, así como en la medición de gases de efecto invernadero. Estos esfuerzos conjuntos buscan crear un modelo de ganadería sostenible que no solo beneficie a Colombia, sino que pueda ser replicado en otras partes del mundo.
Como concluye Manuel Gómez, "este proyecto no solo tiene un enfoque metodológico, sino que también avanza hacia la toma de decisiones informadas por parte de los productores, lo que les permitirá mejorar la administración de sus forrajes, conocimiento de la biota ruminal y su relación con la productividad y eficiencia ganadera y, en última instancia, aumentar su competitividad en el mercado global"