El pasado 5 de septiembre se realizó la subasta número 745 de ganado comercial en la plaza de ferias de Puerto Boyacá, en el Magdalena Medio. Asistieron 50 productores con 524 ejemplares.
Las razas brahman blanco y rojo, holstein, pardo suizo y siete colores predominaron en el evento comercial en el que se pujó por los animales más robustos, hembras o machos de carne o leche, según el interés productivo del ganadero.
A las subastas comerciales llegan animales que se someten al ojo crítico de los productores que desean tener los mejores bovinos en el hato. Ante eso, CONtexto ganadero lo ilustra sobre la preparación que debe tener un ejemplar para que se venda en este tipo de eventos.
William Jesús Buelvas, profesional de gestión productiva y salud animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en Puerto Boyacá, señaló que el éxito en las subastas comienza con la puntualidad.
Los ganaderos que primero llegan a las subastas con sus animales participan en el sorteo de balotaspara recibir uno de los 20 puestos preferenciales de lotes. Los demás productores participan igual en el sorteo pero reciben las ubicaciones restantes, según Buelvas.
“Los lotes que se encuentran al comienzo y al final de la subasta pueden tener menor valor, aseguró el profesional, al explicar que los animales que primero se venden están ubicados en los 20 lotes de la mitad porque llaman más la atención de los productores, mientras que los que están en los puestos iniciales y últimos puede que no sean vistos por todos los ganaderos que demoran en llegar o salen antes de que acabe el evento.
Cuando inicia la subasta, el ganadero comprador analiza tamaño, peso y edad del animal. (Lea: Subastas ganaderas han vivido altibajos en Colombia)
“Los animales jóvenes y de contextura larga son los de mayor preferencia”, afirmó Jorge Casallas, ganadero comprador en subastas comerciales.
Este comprador aseguró que los animales de 200 kilos suelen ser los más jóvenes y apatecidos. Un bovino de 300 kilos pierde encanto. Ante eso, el ganadero vendedor debe estar preparado a recibir menos dinero por animales con más peso y edad.
El coordinador de la subasta asesora al ganadero cuando este no tiene claro con cuánto iniciar la puja por su animal.
El productor que se asesora puede comercializar su ganado a un precio justo. Por eso es relevante que conozca el peso de su animal, lo cual se hace en el mismo evento horas previos a comenzar la subasta.
El ganadero que quiere comercializar ganado para ceba muestra ejemplares con “buena pierna y cuerpo largo, con lo que se miran las actitudes cárnicas”, dijo Buelvas.
Mientras que el productor que saca a pista hembras debe saber que las de “contextura delgada y cuello fijo son las que más buscan”, añadió el profesional de Fedegán, al considerar que las vacas f1 con cruce holstein son las predilectas por su alta producción de leche.
Ganaderos preparándose para participar en subasta de animales comerciales en Puerto Boyacá.
Foto: William Jesús Buelvas.
Un vaquero, persona encargada de mover las reses por la pista, tiene un papel fundamental en la subasta. Proporciona confianza a la res para que se mantega firme en la pista y se destaquen sus mejores atributos físicos.
Juan Carlos Martínez, ganadero vendedor en subastas, señaló que una de las mejores formas de preparar animales para la venta es darles comida de calidad, especialmente pastoreo.
Mártinez suele elegir para las subastas, terneras y terneros con peso competitivo, los demás permanecen en el potrero. Aunque aseguró que en épocas críticas los bovinos pierden corporalidad y no se puede obtener un precio elevado por ellos. La venta ha caído $200 kilo. (Lea: Más de 1.500 animales participarán en VIII Feria Exposición Brahman)
Casallas afirmó que ha pagado hasta $3.750 por kilo de animal robusto para ceba y siempre se fija en el color de la res y prefiere comprar los más jóvenes.
De esta manera, el ganadero que quiere salir victorioso en la subasta comercial necesita reconocer que compite contra productores igualmente preparados que podrán tener ventaja si llevan a la pista ejemplares que han recibido alimento de calidad, buen trato del vaquero, y además son bovinos jóvenes y de contextura formidable.