Varios profesionales de la regional de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) en Antioquia, participaron en los primeros talleres presenciales que se realizan en el Agroparque Biosuroeste.
Este bosque experimental de 600 hectáreas se encuentra ubicado en la cuenca del río Cartama, entre los municipios de Támesis y Valparaíso. Fue posible gracias al apalancamiento de la empresa privada y la iniciativa incansable de varios activistas de la conservación y la investigación científica.
Hoy que iniciaron sus actividades livianas, de acuerdo al cronograma de apertura del agroparque, se presentan a grupos de interés varias de las iniciativas pedagógicas e investigativas que se vienen desarrollando, a saber: modelos de conservación ambiental productiva, procesos de aprendizaje replicables para el desarrollo de modelos productivos agroecológicos, investigación y turismo regenerativo.
“Decidimos apostarle a la ganadería por dos claves principales: la primera, es que el 40% del suroeste antioqueño está enfocado a pasturas para ganadería, lo cual triplica el área para agricultura, y la segunda, es que la ganadería regenerativa es una herramienta simple pero muy poderosa, porque convierte al sol en su principal insumo, además de mejorar las condiciones del suelo, promover la biodiversidad y aumentar la rentabilidad de los sistemas productivos”, comentó sobre esta iniciativa, Esteban Gil, responsable del proyecto.
Precisamente, en cumplimiento de ese objetivo de involucrar al sector objeto de estudio, un grupo importante de ganaderos de la región asistieron a las primeras charlas sobre los resultados obtenidos en el marco del proyecto de ganadería regenerativa que se desarrolla en Biosuroeste, el cual tiene como pilares fundamentales la conservación de la vida, protección del agua, regeneración de los suelos y protección de la flora y la fauna.
“Estamos creando un modelo de ganadería regenerativa demostrativo, somos un parque creado para la experimentación, para hacer procesos de investigación y formación. Conformamos una red de ganaderos que están interesados en descubrir que tan rentable, viable y complejo es este modelo de ganadería”, comentó Bernardo Muñoz.
Yendo un poco más allá, Muñoz precisó que la idea de estos encuentros va más allá de la difusión de los resultados de una investigación, sino que implica transferencia de conocimientos para la dinamización e implementación de este tipo de prácticas, acompasadas con las exigencias internacionales a este respecto.
“Nos transformamos literalmente en una escuela de ganadería regenerativa, donde a través de estos programas de asistencia técnica acompañados por otros aliados, vamos a ayudar a transitar ese camino hacia esa ganadería regenerativa que se articula muy bien con la protección ambiental, con los procesos agrícolas y con los procesos turísticos”, explicó Muñoz.
Sobre este asunto, opina con bastante acierto Huver Cartagena, uno de los productores de la zona que ha venido implementando en su hato las dinámicas que promueven con sustentos técnico y científico desde el Agroparque Biosuroeste.
“Estuve mucho tiempo vinculado a la actividad de ganadería tradicional y, en otro momento de la línea de mi vida se me dio la gran oportunidad de hacer ganadería regenerativa. Los beneficios que he encontrado son muy grandes, ya que, en ganadería regenerativa buscamos los BES o beneficios económicos sostenibles por hectárea, que es un concepto muy interesante porque en ningún momento estamos desconociendo que la ganadería tes una actividad económica, pero, como actividad económica tiene que conservar la naturaleza y con el concurso de la sociedad”, comentó Cartagena, quien actúa como interlocutor de Natura Madrigal.
Finalmente, el responsable de la iniciativa indicó que el modelo de ganadería regenerativa que buscan posicionar como referente en el país y aplicable desde las micros hasta las grandes empresas, pues, se sustenta en cinco principios que deberían ser hábitos del productor de vanguardia y le darán valor agregado a sus productos.
“Este es un modelo versátil y aplicable a diversas escalas de producción. Aplica tanto para grandes hatos como para pequeños productores, aquí fue muy importante tener clara la estructura productiva del suroeste antioqueño y es que la mayor parte de los predios cuenta con menos de 20 hectáreas y menos de 50 animales, en ese sentido, la ganaría regenerativa es una tecnología apropiada que le permitirá a los productores del suroeste antioqueño diferenciarse en el mercado con una carne producida a pasto, sol y agua”, puntualizó Esteban Gil.