La hacienda Silvania, en San Miguel de Sema, acostumbró a sus animales a escuchar la radio durante el ordeño, porque sus dueños se dieron cuenta de que la producción bajaba si no había ningún ruido al momento de extraer la leche. Mary Luz Bello, propietaria del predio ubicado en la vereda Hato Viejo, contó que los empleados de la finca les ponen a escuchar radio a las 39 vacas Holstein que tienen para producir leche en una sala de ordeño. “Los ordeñadores empezaron a ponerles música de la emisora desde hace mucho tiempo. (…) Nos dimos cuenta que ellas se destresan, se relajan y sueltan más rápido la leche si tienen música”, aseguró. (Lea: Agricultor atrae reses a finca con música) La propietaria del predio Silvania explicó cómo se dieron cuenta del efecto de la música en las vacas
Según la dueña de la finca Silvania, desde que su esposo adquirió la finca hace más de 40 años, acostumbraron a los animales a escuchar la radio sin ninguna predilección por el ritmo. Sin embargo, solamente hasta que trasladaron sus animales debido a la ola invernal de 2010 y 2011, se dieron cuenta del verdadero efecto que producía esta práctica en sus vacas. Como su predio se inundó, los propietarios se vieron obligados a trasladar su ganado a otro predio en Madrid, Cundinamarca. “Cuando estuvimos en Madrid, hubo un tiempo en que no les pusimos música y se bajó mucho la producción porque las vacas estaban acostumbradas al ruido”, expresó Bello. (Blog: Técnica para aumentar la producción de leche en pocos pasos) Las 39 vacas dan más de 800 litros que se destinan para su comercialización o para alimentar a las 12 terneras que también están en el predio. Añadió que esta cantidad del lácteo no se debe a ningún producto especial, sino al pasto, heno y concentrado que se les suministra. Cristina Alarcón, médico veterinaria e hija de la propietaria, administró durante un tiempo la finca de sus padres. Ella contó que los obreros suelen poner la emisora que prefieren durante el ordeño, que realizan a las 4 de la mañana y a las 2 de la tarde. “Cualquier tipo de música, carranga o lo que sea, las tranquiliza. Al estar escuchando ese ruido, no se asustan y están muy calmadas”, ratificó. Aunque no pudo explicar con exactitud el efecto real de la música en los rumiantes, Alarcón se aventuró a conjeturar a qué se debe el control de la producción en las vacas. (Lea: 5 acciones para incrementar la producción de leche en su hato) “La música funciona como un estimulante energético, porque tiene vibraciones que ayudan a tranquilizar, otras a sanar, otras a levantar ánimo. Todo está relacionado con las vibraciones que producen los diferentes instrumentos”, dijo. A lo largo de los años se han registrado varios casos de granjas que emplean este método para mejorar la producción de los animales. En 2001, psicólogos de la Universidad de Leicester de Inglaterra determinaron que los ganaderos podrían obtener algunos litros extras de leche si las reses escuchaban música clásica o melodías suaves. Por su parte, Jordi Jauset, investigador de efectos y aplicaciones científicas del sonido en la Universidad Ramon Llull de España, explicó que las vacas sometidas a niveles elevados de ruido dan menos leche, mientras que aquellas que están en salas de ordeño amenizadas con música clásica incrementaron su producción. (Blog: Uso de tecnologías para aumentar la producción lechera)