El Encuentro Internacional sobre Finanzas para la Ganadería Sostenible, organizado por Asobancaria, fue un espacio de intercambio enriquecedor donde se abordaron diversas experiencias y perspectivas desde dos países referentes en la industria ganadera: Colombia y Paraguay. Uno de los destacados ponentes fue Manuel Gómez Vivas, director del área de Ganadería Sostenible de Fedegán, quien compartió su visión y experiencias ante los delegados paraguayos.
En su intervención, Gómez resaltó el compromiso de Fedegán con la educación en el ámbito de la ganadería sostenible. Con una población ganadera de 30 millones de bovinos y 700 mil productores, donde el 92% de estos últimos poseen menos de 100 bovinos, Colombia se caracteriza por ser un sector compuesto principalmente por pequeños productores, en contraste con países como Paraguay, que cuentan con hatos más extensos.
Uno de los principales retos identificados por Gómez es la carencia de oferta de biomasa, fundamentalmente representada por forrajes, gramíneas y leguminosas. En este sentido, destacó la importancia de la biodiversidad y su relación con la conectividad, señalando que Colombia ostenta el segundo lugar a nivel mundial en biodiversidad y el primero en aves.
Abordando un tema crucial, Gómez desmitificó la percepción generalizada sobre la ganadería como el sector más perjudicial en términos de emisiones globales. Afirmó que, si bien la ganadería emite gases de efecto invernadero, también puede contribuir a la mitigación de estos gases en los predios, muchos de los cuales son neutrales en emisiones.
Sistemas silvopastoriles, un aliado en sostenibilidad
En este contexto, destacó la importancia de las prácticas silvopastoriles como una estrategia efectiva para la sostenibilidad ganadera. Fedegán, en colaboración con instituciones como el CIPAV, el CIAT y el Banco Mundial, ha desarrollado programas como el de Biocarbono, que identifica las mejores prácticas por región y promueve la gestión del conocimiento entre los productores.
Gómez ilustró estas prácticas con ejemplos concretos, como la gestión del agua y el registro en predios ganaderos en Piedemonte Orinocense, así como el proceso silvopastoril en La Macarena, que incluye la rotación de praderas y la conservación de zonas boscosas.
En cuanto a la promoción de una ganadería amigable con el medio ambiente, Gómez destacó la importancia de fomentar la adopción de prácticas basadas en la naturaleza, así como el manejo sostenible del agua y los recursos ambientales. En este sentido, mencionó el impulso de la apicultura en zonas ganaderas, observando un incremento en la producción de leche como resultado directo.
Requerimientos del sector ganadero en términos de financiación
En el ámbito financiero, Gómez enfatizó la necesidad de considerar los sistemas silvopastoriles como inversiones a largo plazo en lugar de simples gastos. Abogó por la capacitación integral de los productores en temas financieros y ambientales, promoviendo la asociatividad como clave para superar desafíos como el peso inflacionario y la transformación del uso del suelo.
En este contexto, resaltó la importancia de facilitar el acceso a créditos con condiciones favorables, tales como períodos de gracia extendidos y tasas de interés más bajas, tanto para el sector primario como para los demás actores de la cadena ganadera.
Gómez concluyó su intervención destacando la relevancia del índice de biodiversidad para monitorear las fincas ganaderas y abogó por la expansión del sello ambiental colombiano hacia los pequeños productores.
En el encuentro también se abordaron temas fundamentales como las condiciones laborales dignas, el bienestar animal y la toma de decisiones informadas, subrayando la importancia de seguir avanzando en la promoción de prácticas sostenibles en la industria ganadera.