La tecnología del semen sexado permite a los ganadero optimizar procesos productivos porque muestra o identifica el sexo de las crías en los espermatozoides del toro. Conozca algunos aspectos claves de esta herramienta.
Juan Horacio Larrea, encargado de la unidad de negocio de América Latina y Europa en Semex expone que si se quiere tener éxito con este tipo de tecnologías reproductivas, se debe tener en cuenta que estas implican mucho más cuidado en su manipulación y uso por parte de quienes lo están empleando en sus fincas ganaderas. (Lea: Semen sexado, práctica a la que Colombia le debe apostar)
De acuerdo a Larrea, “el semen de un toro para pasar por el proceso de sexado a través de las maquinas que realizan este proceso sufren una manipulación. En esta interacción los espermatozoides sufren un poco, pero también se da una característica porque se inicia un proceso biológico que se llama decapacitación”.
Este proceso también llamado maduración es lo que le va a permitir en forma natural, que cuando los espermatozoides se encuentren con el ovulo, se esté en condiciones óptimas para la fecundación.
Larrea explica que “es un proceso natural que se va a iniciar en el semen que no ha sido sexado, pues cuando el semen se descongela y se insemina la vaca, en este caso de inicia durante el proceso del sexado. Entonces lo que le termina pasando a los espermatozoides es que alcanzan el punto maduración antes que el semen convencional”.
Por lo tanto, cuando esto sucede, también se pierde la capacidad de fecundar antes porque se ha empezado con el proceso de manera más temprana o anticipada a la forma convencional.
En palabras de Larrea, “de este proceso resulta que si no inseminamos el animal de forma precisa con el celo y las horas de fecundación, podemos condicionar la fertilidad del semen o la taza de preñez del animal”. (Lea: Ventajas e inconvenientes de usar semen sexado para ganado de carne)
Esto significa que si la vaca no se insemina con un celo en el momento justo, la efectividad en la taza de preñez será mucho menor de lo esperada con la implementación de esta nueva tecnología.
“De cualquier manera, esa es sin duda el limitante de esta tecnología, o sea la baja fertilidad. Hoy gracias a que los avances se van perfeccionando y vamos aprendiendo a manejarla, prácticamente la diferencia de fertilidad de un buen semen sexado a uno convencional se ha reducido a algo mínimo”, escribe Larrea.
El experto menciona que lo que normalmente tratan de sugerir los expertos es que se debe usar el semen sexado en vacas vírgenes, es decir animales jóvenes que suelen tener un proceso de ovulación más contante. (Lea: Semen sexado, ideal en novillas ‘vírgenes’)
Larrea asegura que “en la medida en que se obtiene buenos resultados con los animales jóvenes, se puede ir probando con algunas vacas en ordeño. Hoy existen ganaderías que están inseminando con semen sexado a vacas de cualquier edad con excelentes niveles, pero eso se logra cuando se ajustan todas las variables porque no es algo que puede conseguir todo el mundo”.
Finalmente el profesional añade que esta herramienta tiene una gran cantidad de beneficios que ha permitido que dentro del segmento de la inseminación artificial, este sea el negocio que más está creciendo en el mundo.