En una investigación realizada por la Universidad Católica de Temuco en Chile, se expone que la influencia del clima en el ganado es directa e indirectamente, pues modifica la calidad y cantidad de alimentos disponibles, los requerimientos de agua y energía, la cantidad de energía consumida y el uso de esta.
Los factores físico-ambientales que afectan al ganado fueron definidos y corresponden a una compleja interacción de la temperatura del aire, humedad relativa, radicación, velocidad del viento, precipitación, presión atmosférica, luz ultravioleta y polvo. A continuación, se enumeran los más importantes: (Lea: Elementos ambientales que afectan el consumo voluntario en bovinos II)
- Temperatura ambiental: Es probablemente la variable más investigada y la más utilizada. El concepto de zona termoneutral es el resultado de investigaciones realizadas a comienzos de la década del sesenta. Este refleja un rango de temperatura ambiente efectiva de confort para el ganado y para la cual no existe a la fecha una metodología clara que permita su estimación en ganado de carne bajo condiciones prácticas de producción. (Lea: Estrategias para enfrentar el estrés ante las altas temperaturas)
En general, se considera que el ganado bovino se adapta bastante bien a condiciones frías, de hecho, casi dos tercios de la producción bovina en Estados Unidos se concentran en zonas con inviernos cuyas temperaturas medias son inferiores a 0°C.
- Humedad relativa: Es considera un factor de potencial estrés en el ganado, ya que acentúa las condiciones adversas de las altas temperaturas. Los principales efectos de la humedad relativa (HR) están asociados con una reducción de la efectividad en la disipación de calor por sudoración y respiración.
La tasa de evaporación depende de la gradiente de presión de vapor que existe entre el animal y el medioambiente circundante, así como la resistencia al movimiento en contra de la gradiente.
- Velocidad del viento: El rol de viento en el bienestar y desempeño productivo de los animales ha sido largamente reconocido por los investigadores. El viento ayuda a reducir los efectos del estrés por calor durante el verano, mejorando los procesos de disipación de calor por vías evaporativas. Teniendo claro que, esta respuesta depende del estado en que se encuentra la piel del animal, es decir, seca o húmeda.
- Radiación solar: Es considerada como uno de los factores más importantes que afectan el balance térmico en el ganado. La radiación de onda corta y onda larga tienen un fuerte impacto en la carga total de calor y en el estrés por calor en los animales. Además, se ha demostrado que la radiación solar tiene un impacto directo en la temperatura rectal y la tasa de respiración.