Desde hace 35 años, Wagner Pires es consultor para implementación de forrajes en ganaderías de Brasil, principalmente en clima cálido. En nuestro país, trabaja de la mano de Corteva Agriscience para impulsar una ganadería más amigable con el medio ambiente.

En un país que cuenta con un inventario bovino de 214 millones de cabezas en alrededor de 180 millones de hectáreas, es inevitable que surjan algunas dificultades en materia de producción vacuna, como señaló el experto. (Informe: ¿Por qué vale la pena hacer ganadería sostenible?)

“Hay muchos pastos degradados que necesitan tratamiento. Yo vine a Colombia a compartir con los productores qué estamos haciendo en Brasil para ayudar al desarrollo de la ganadería, que es una de las mayores del mundo por su cantidad de rebaño”, manifestó.

Pires explicó que a medida que aumenta el hato, el área de forrajes se reduce, por lo cual el reto es saber cómo elevar la producción con potreros más pequeños. Para el experto, para esto es fundamental la transición a una ganadería sostenible y la aplicación de tecnología en pasturas.

El crecimiento de la población mundial conlleva a una mayor demanda de alimentos como carne vacuna, por lo cual algunos consideran que será necesario doblar la producción actual. (Lea: El proyecto Ganadería Colombiana Sostenible le cumplió al mundo)

“Es muy importante que los ganaderos preparen sus fincas para dejarlas a sus hijos. Lo que necesita entender es que antes de criador, es un agricultor de pasto. Sin pasto, no hay carne ni leche, es el comienzo de todo. Hay que tener esta visión de sustentabilidad”, apuntó.

El consultor indicó que los propietarios de ganado deberían ser capaces de introducir en sus potreros hasta 3 y 4 veces más animales de los que tienen actualmente, pues solo de esta manera será sustentable la ganadería en Brasil, Colombia o cualquier otro país.

Pires conoce muy bien los problemas que aquejan a los productores de trópico bajo sin importar la frontera, principalmente “¿cómo tener una ganadería sostenible en una región árida, donde llueve menos?”. (Lea: Corteva Agriscience le abre las puertas al mercado colombiano)

“Hay que prestar atención a la salud de las plantas, pues el pasto es un ser vivo. Cuando el suelo está seco, el agua está en las capas más profundas, por lo cual debemos tener forrajes con raíces más profundas que busquen y saquen esta agua que está a 1 o 2 m de profundidad”, aclaró.

Estas y muchas enseñanzas las recogió en el libro Pastagem sustentável de A a Z, una guía completa sobre pasturas. Si bien su obra no está traducida al español, aspira a hacerlo en algún momento para compartirla con los ganaderos de Colombia y Latinoamérica.