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Foto: Elanco - Fedegán FNG

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Evaluando la condición corporal: Una herramienta sencilla, pero de gran importancia

por: - 31 de Diciembre 1969

Durante la lactancia y el periodo seco las vacas lecheras experimentan cambios en los requerimientos nutricionales debido principalmente a su estado fisiológico, productivo y también al manejo.

Durante la lactancia y el periodo seco las vacas lecheras experimentan cambios en los requerimientos nutricionales debido principalmente a su estado fisiológico, productivo y también al manejo. Como consecuencia a estos cambios, es normal tener un aumento o disminución en el peso y composición corporal de los animales (Grummer, 1995).

Es bien conocido que posterior al parto, la vaca lechera entra en un balance energético negativo, ocasionado principalmente por la producción de leche y la disminución de consumo de materia seca que ocurre cercano al parto. (Lea: Conozca la condición corporal ideal en los procesos reproductivos

Este balance energético negativo está marcado fundamentalmente por un exceso en el requerimiento energético para suplir la producción de leche, el cual junto al requerimiento de mantenimiento es significativamente mayor que la cantidad de nutrientes que el animal consume durante las primeras semanas de la lactancia (Herdt, 2000). 

Alrededor del día 60 post-parto, los animales logran superar este estado energético negativo. Sin embargo; para que esto suceda el animal debió movilizar grandes cantidades de tejido (principalmente grasa) para ser metabolizado y utilizado en sus procesos fisiológicos. Esto ocasiona una pérdida de peso en el animal la cual idealmente no debe superar los 60 kg (Mikóné, 2012).

La medición de Condición Corporal (CC), es un método sencillo que hace referencia a la cantidad de grasa subcutánea o reservas energéticas presentes en el animal en un momento definido de la lactancia. (Lea: Condición corporal, del análisis cualitativo y cuantitativo)

La mayoría de las evaluaciones de CC en ganado lechero utilizan un sistema de 5 puntos con variaciones de hasta 0,25 de acuerdo con el estado general de la vaca (Wiltman et al, 1982). Por ejemplo, animales sub o sobre-condicionados (CC < 2,0 o > 4,0) son animales más susceptibles a enfermedades metabólicas especialmente cuando esta condición se presenta al momento del parto.

Idealmente debemos realizar la medición de condición corporal de nuestros animales en 3 momentos durante la lactancia. El primero es al momento del parto, donde los animales deberían parir en una condición de 3,25 a 3,5, puesto que animales con CC > 3.5 presentan mayor incidencia de enfermedades metabólicas como hígado graso y cetosis (Roche, 2009). Mientras que animales con una CC por debajo de 3,0 al momento del parto comprometen la producción láctea y el estado reproductivo en general.

El momento indicado para dar el seguimiento a esta medida es a los 60 días post-parto. Idealmente en este momento los animales ya deberían de haber superado el balance energético negativo y para lograr esto debieron de perder no más de 0,75 puntos (2,5 – 2,75). Con esta medición verificamos si tenemos un buen programa de alimentación para vacas frescas o si debemos ajustar el consumo de energía para lograr una mejor CC y por ende una mayor producción de leche, de igual forma se ha definido que la mejor CC para entrar en el programa reproductivo es de 2,5 (Ohnstad, 2013). (Lea: Esta debe ser la condición corporal de las vacas al momento del servicio según el tipo de producción)

Por último, al momento del secado. Esto nos ayuda a definir la estrategia nutricional para los animales en periodo seco temprano. Idealmente los animales deben llegar al secado (60 días previo a fecha de parto estimada) con una CC de 3,25 de manera que puedan mantener o aumentar la CC a un máximo de 0,25, si los animales llegaran sub condicionados; se debe adecuar la dieta de manera que le permita mejorar la condición corporal durante los primeros 30 días de secado.

Durante la segunda mitad del secado el feto crece hasta un 40% su tamaño aumentando así su requerimiento de nutrientes, por lo que resulta más difícil canalizar el consumo de energía a ganancia de peso de la vaca (Chebel, 2018). De igual forma periodos de secado mayores a 60 días incrementa el riesgo de sobre condicionar a las vacas y de igual forma el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas durante el periparto.

La CC influye no solo en la salud general del hato, también afecta la reproducción y eficiencia en producción lechera, por lo que es importante definir nuestras metas y realizar las mediciones correspondientes durante la lactancia de manera que se puedan alinear esfuerzos tanto de nutricionista, veterinario y personal de la finca para llegar a estos momentos con la CC recomendada y tener una explotación lechera rentable y eficiente. (Lea: Esta es la condición corporal mínima que deben tener las vacas en momentos críticos)

Por: Ing. Jorge Zúñiga

jorge.zuniga@network.elancoah.com