La anemia es la reducción de oxígeno en la sangre. Está caracterizada por una disminución en el hematocrito, masa de eritrocitos y concentración de hemoglobina en un animal normalmente hidratado. Esta patología también es definida como la concentración de hemoglobina debajo del límite inferior de referencia. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo enfrentar el desafío de la anemia en los bovinos)

De acuerdo a un artículo publicado por los Laboratorios Erma S.A., la diversidad de las anemias se refleja según los mecanismos patogénicos subyacentes. La pérdida de sangre, ya sea de forma aguada o crónica, da lugar a anemias hemorrágicas, mientras que la destrucción acelerada de glóbulos rojos conduce a anemias hemolíticas.

La anemia por hemolítica puede ser causada por parásitos implicados en la fiebre por garrapatas, incluidos piroplasmas que invaden glóbulos rojos como babesia spp, principalmente anaplasma spp, que infectan los granulocitos hasta el 90% en el pico de bacteremia, explica Laboratorios Erma S.A.

La anemia puede surgir debido a una disminución en la producción de eritrocitos, lo que puede ser el resultado de deficiencias nutricionales o alteraciones en la médula ósea.

Respuesta adaptativa

La anemia desencadena una serie de respuestas adaptativas en el cuerpo. La hipoxia resultando estimula la producción de eritropoyetina, una hormona que genera la proliferación y diferenciación de los progenitores de los glóbulos rojos, lo que finalmente conduce a una mayor producción de estos.

Sin embargo, esta respuesta regenerativa no es instantánea; se necesita más tiempo para que los eritrocitos maduros sean liberados a la sangre periférica.

Pero, ¿qué causa la anemia?

De acuerdo a los Laboratorios Erma S.A., las causas de la anemia son tan diversas como las formas en que se manifiesta esta afección. La anemia hemorrágica puede ser el resultado de una variedad de factores, desde parásitos que infestan el tracto gastrointestinal hasta complicaciones obstétricas en bovinos.

La anemia hemolítica puede surgir por la deficiencia de nutrientes como la vitamina B12 y el hierro, así como por la exposición a toxinas bacterianas.

Los síntomas pueden oscilar desde la fatiga y la debilidad hasta la ictericia y la insuficiencia cardíaca congestiva en casos graves. El diagnóstico de la anemia implica una evaluación completa que incluye pruebas de laboratorio para determinar la concentración de hemoglobina y el recuento de glóbulos rojos.

¿Cómo se trata la anemia?

El tratamiento de esta patología depende en gran medida de su causa. Las anemias hemorrágicas pueden requerir la eliminación del parásito responsable, mientras que las anemias hemolíticas pueden necesitar terapias específicas dirigidas a la infección bacteriana o parasitaria. (Lea en CONtexto ganadero: La anemia en el ganado, un tema para prestarle atención)