La emisión de óxido nitroso del suelo, gas de efecto invernadero derivado de actividades ganaderas, es menor que las reportadas por el IDEAM al IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), hecho que incidiría directamente en la competitividad del país.
Una investigación realizada por la Universidad Nacional de Colombia da cuenta de que el coeficiente que el Panel emplea para calcular la incidencia de estos gases (GEI) en el Cambio Climático (CC), y que lo ha fijado estándar para ganadería, tiene valores distintos en Colombia debido a las diferentes condiciones de oferta ambiental. Esto se evidenció al evaluar 3 tipos de forraje o pastos para el alimento de vacunos, específicamente en los llanos orientales. Mientras que las ecuaciones del Panel sugieren emplear el Factor de Emisión (FE) para óxido nitroso (N2O) con un valor de 0,02 (con el fin de calcular las emisiones que aportan al CC), este coeficiente difiere para pasto amargo o peludo (Brachiaria decumbens), pasto dulce (Bracharia humidicola) y pasto guinea (Megathyrsus maximus), los cuales son pastizales típicos de la Orinoquia Colombiana y poseen la capacidad natural de mitigar la producción de este GEI. (Lea: Cambio climático y ganadería) El óxido nitroso como tal es un GEI generado tras reacciones bioquímicas producidas por la interacción de la orina del ganado con el suelo. Aunque las diferencias de los factores de emisión en estos tres tipos de forraje parecen mínimas, al extrapolar los resultados con esos nuevos valores a los casi 22 millones de cabezas de ganado que posee el país, el cálculo de emisión de N2O sería menor y hace más competitiva la ganadería nacional. En promedio, para la zona evaluada (época seca y de lluvia), los resultados indican que los FE son de 0,0029 para pasto dulce y de 0,0023 para pasto guinea, en tanto que el pasto amargo no ha arrojado aún valores consistentes. Esto sugiere que “probablemente los factores de emisión empleados para estimar los inventarios de GEI provenientes de la ganadería bovina en el país distan de los factores reales encontrados en pasturas prototipo que se dan en los llanos orientales colombianos”, explicó el profesor de la U.N. Édgar Cárdenas, experto en producción animal y emisiones de GEI, quien dirige la investigación del zootecnista Jaime Garzón, candidato a magíster en la misma temática. La investigación es un primer paso para promover estudios que determinen los FE reales y no por defecto del IPCC, lo cual impacta sustancialmente en que el comercio mundial castigue o no un renglón económico, en este caso la ganadería colombiana por, supuestamente, tener huella de carbono alta. (Lea: Colombia tiene con qué mitigar efectos del cambio climático) La radiografía sobre las emisiones de gases de efecto invernadero indica que Colombia aporta el 0,34 % de los GEI mundiales. De ese total, las actividades agropecuarias colombianas representan el 43 %, las energéticas el 44 %, industria el 5 % y los residuos el 8 %, según lo reportado por el IDEAM con corte a 2012. Del porcentaje total de las actividades agrícolas, pecuarias y de cambio y uso del suelo, los aportantes de GEI son dióxido de carbono o CO2 (45,7 %); metano o CH4 (32,9 %) y óxido nitroso o N2O (21,4 %). Aunque el óxido nitroso es de menor aporte porcentual, una molécula calienta lo mismo que 265 de CO2, de ahí que las emisiones derivadas del primero resultan trascendentales para calcular sus reales efectos sobre el cambio climático. Para ello, fueron realizadas pruebas en 12 parcelas, divididas para los 3 tipos de pastos y cada una con dos unidades experimentales, donde fue instalada una cámara para medir el óxido nitroso. En estas parcelas se aplicó orina bovina procedente de ganadería cebú, simulando una carga animal de dos animales por hectárea. Basado en fórmulas matemáticas de experimentos realizados con anterioridad, Jaime Garzón y otros investigadores pudieron establecer teóricamente cuánta orina podría producir un animal (30 litros promedio día) y su incidencia en las emisiones de N2O de los suelos. (Lea: Importancia del pago por servicios ambientales) Dadas las divergencias en el factor de emisión para cada tipo de pasto en los llanos orientales, para hacer un ajuste real al inventario de GEI colombiano, se requiere extrapolar estos resultados teniendo en cuenta las áreas sembradas de guinea, de pasto dulce y pasto peludo o amargo que hay en el país. La investigación, que duró 4 años, fue realizada en asocio con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica; y el apoyo del Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, Fontagro; Naciones Unidas y el Gobierno de Nueva Zelanda, en colaboración con otros cuatro países iberoamericanos.