logoHeader
Estrés calórico vacas preñadas, estrés calórico, estrés calórico en bovinos, estrés calórico en terneros, estrés calórico descendencia, generaciones, Sequía, prevenir el estrés calórico, pautas estrés calórico, sequía bovinos, ganado bovino, ganadería bovina, carne, leche, ganaderos, ganaderos colombia, ganado, vacas, vacas Colombia, bovinos, Ganadería, ganadería colombia, noticias ganaderas, noticias ganaderas colombia, CONtexto ganadero, contextoganadero

Foto: facebook.com/SanAlfonsoGanaderia

ganaderia-sostenible

Estrés calórico en vacas preñadas afecta la salud de los terneros: estudio

por: - 31 de Diciembre 1969

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida encontró que el estrés calórico en las vacas lecheras preñadas reduce el crecimiento fetal e influye en el rendimiento y el desarrollo inmunológico de las crías una vez nacen.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida encontró que el estrés calórico en las vacas lecheras preñadas reduce el crecimiento fetal e influye en el rendimiento y el desarrollo inmunológico de las crías una vez nacen.  

A medida que los científicos continúan explorando los efectos del estrés por calor en la salud del ganado lechero, este trabajo ofrece claridad sobre su influencia negativa, no solo a lo largo de la vida del animal, sino a lo largo de generaciones.

El propósito del estudio fue evaluar los efectos del estrés calórico en el útero de las vacas preñadas así como los efectos en el crecimiento general del feto y de los órganos, en particular los órganos asociados con la función inmunológica.

De igual manera, se propusieron examinar qué tanto se altera el mecanismo celular de la inmunidad pasiva en terneros recién nacidos si la madre sufre este tipo de estrés. (Lea: Estrés térmico en vacas lecheras afecta la salud de sus terneros)

El equipo expuso vacas holstein preñadas al calor extremo del verano de Florida y recopiló datos sobre sus crías, comparándolos con datos de terneros nacidos de vacas que recibieron medidas de enfriamiento durante la última etapa del embarazo.

El equipo descubrió que los terneros tenían un menor peso al nacer, así como sus órganos tenían menor peso, como el corazón, el hígado, los riñones, el timo y el bazo, así como registraron tasas más altas de muerte celular en el intestino.

Los bajos pesos sugieren una función placentaria reducida y un parto más temprano, con un desarrollo fetal menos avanzado, en tanto que el menor peso de los órganos podría obedecer también a un desarrollo placentario y fetal comprometido.

El autor principal, Geoffrey E. Dahl, PhD de la Universidad de Florida, explicó que los terneros, como todos los animales jóvenes, son propensos a tasas elevadas de mortalidad y morbilidad en el período neonatal, y el parto prematuro puede exacerbar ese problema.

“Las pérdidas en las primeras etapas de la vida pueden ser el resultado de la inmadurez y disfunción de los órganos, en particular del tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico”, indicó. (Lea: Efectos del estrés calórico en la reproducción bovina)

Los pesos reducidos del timo y el bazo pueden estar asociados con un crecimiento fetal más lento y una función inmunológica comprometida, ya que estos órganos juegan un papel importante en el desarrollo de un sistema inmunológico robusto.

La mayor tasa de muerte celular intestinal entre estas crías puede atribuirse a una capacidad reducida para absorber factores inmunes del calostro, esencial para la transferencia de la inmunidad materna al ternero en las primeras horas después del nacimiento.

“La captación pasiva de inmunoglobulinas del calostro es el único mecanismo de inmunoprotección en los bovinos”, precisó el líder del estudio. (Lea: Pautas para prevenir el estrés calórico en el ganado ante las altas temperaturas)

Los autores especulan que la disminución de la absorción de nutrientes y la reducción de la función inmunológica después del estrés por calor gestacional pueden conducir a una reducción de la salud y el crecimiento del ternero a largo plazo. 

“La aceleración del cierre intestinal parece ocurrir incluso antes del nacimiento y antes del consumo de calostro. Por lo tanto, puede ser un desafío revertir después del nacimiento, por lo que los esfuerzos de manejo deben enfocarse en enfriar a las vacas preñadas durante el final de la gestación”, remató Dahl.