Para determinar la enfermedad que padece un semoviente no basta con un examen corporal, en ocasiones es necesario analizar los fluidos en un laboratorio. Tenga en cuenta estas recomendaciones a la hora de obtenerlos. Así como ocurre con los seres humanos cuando no es posible determinar el origen de una enfermedad, a los animales también se les hacen análisis de laboratorio de su sangre, orina y heces para verificar la condición del semoviente y determinar la causa de aquello que lo aqueja. No obstante, a la hora de tomar las muestras es necesario tener en cuenta varios aspectos para hacerlo de manera correcta, evitar lastimar al bovino y garantizar un proceso adecuado en el que se preserve su bienestar. (Lea: 7 pasos para hacer una correcta toma de sangre en bovinos) Jorge García, médico veterinario-zootecnista, aseguró que lo primero que se debe verificar antes de intentar tomar la muestra es el estado y condición corporal del semoviente; es decir, tener presente si se tambalea, tiene movimientos erráticos u otro tipo de síntomas que puedan poner en peligro el trabajo que vaya adelantar el profesional. En el caso de la muestra de orina, que puede ser la más demorada, puede apelarse a masajear el área vaginal y estimular la salida del líquido. (Lea: Aspectos a tener en cuenta para tomar una muestra de leche) “Los procedimientos son muy similares para todas las especies. En el caso de las heces, el profesional puede hacer un tacto rectal y consigue la muestra necesaria para el análisis. Mientras que el de orina es más complicado porque en ocasiones el animal puede tardar en hacer su necesidad y por eso se apela a la estimulación”, detalló el experto. En el caso del análisis de sangre, la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, JICA (por sus siglas en inglés), recomienda a través de un manual de sanidad animal usar en equinos y rumiantes la vena yugular para obtener la muestra, mientras que para porcinos es preferible sacar la linfa de una auricular. Lo otro que se debe tener en cuenta es si se requiere que el líquido esté o no coagulado. Para sangre no coagulada se utilizan tubos con anticoagulante. De la primera se separa el suero, el que se necesita en pruebas serológicas (brucelosis). Mientras que la segunda se necesita para hacer frotis (hemoparásitos, recuento diferencial de los leucocitos), el recuento absoluto de las células de la sangre y para determinar el hematocrito. (Lea: Conozca cuándo debe hacer exámenes de sangre a sus reses) “Para no confundir las muestras, se debe marcar el recipiente garantizando que no desaparezcan los datos. Llenar formulario con información general del animal, (edad, raza, especie) nombre del propietario, dirección de la finca, región, pueblo o comunidad”, añade la entidad. En caso de requerir muestras de laboratorio procure siempre contar con la asesoría de un profesional en la materia, ya que de esta manera puede estar seguro de la calidad del proceso y de que el animal sufrirá el menor impacto posible.