El médico veterinario zootecnista Andrés Rodríguez ha implementado este concepto en 2 predios, uno ubicado en zona rural de Puerto Rico y otro en Cabuyaro (Meta), una empresa familiar donde ha logrado conciliar la producción agropecuaria con la conservación del medio ambiente.
Rodríguez, que tiene un posgrado en Producción Tropical Sostenible y otro en Nutrición Animal, transformó toda la finca de Cabuyaro en un sistema permacultural, que emplea los recursos propios del predio para producir alimentos inocuos y sostenibles, sin utilizar insumos externos.
“Por ejemplo, nosotros manejamos cerdo criollo Casco de mula, ganado criollo Sanmartinero y Romosinuano, ovejas de pelo colombianas, y los estamos llevando al consumidor final a través de Asocriollanos”, dijo. (Lea: La importancia de implementar la ganadería regenerativa)
Inicialmente arreglaban los potreros como suelen tenerlos los ganaderos de la región. “Una mesa de billar” fue el calificativo del MVZ para el monocultivo de la pradera, sin árboles ni otras plantas. Era un sistema extensivo, con fumigaciones continuas, aforos de máximo 250 g/animal/día.
Por el contrario, con el sistema permacultural, aumentaron el aforo a 800 g/animal/día, conservando la misma gramínea. Además, como llevan 7 años sin fumigar, cuentan con leguminosas que han aflorado espontáneamente, sin incorporarlas con semillas.
“En 270 hectáreas había unos 320 animales, como 1,2 animales por hectárea. En este momento, ya tenemos 600 animales en la misma área, elevando la carga a 2,2 animales por hectárea”, aseguró el experto. (Crónica: Ecoganadería: el equilibrio justo entre ambiente y producción)
De acuerdo con Rodríguez, este cambio lo lograron al cambiar el método de pastoreo, al pasar de un manejo extensivo a un Pastoreo Racional Voisin (PRV) y luego al Pastoreo de Ultra Alta Densidad (PUAD). Este último también lo están trabajando en la finca de Puerto Rico, donde se enfocaron en aumentar la eficiencia reproductiva.
En este sistema de cría, donde la prioridad es producir más terneros en menor tiempo y en menor unidad de área, manejaban 570 días de intervalo entre partos cuando empezaron, pero con la permacultura, han reducido este índice a 470 días con una tasa de natalidad del 75 %.
“Allá hacemos un manejo especial de la ganadería, como amamantamiento restringido, destete racional, monta estacional. Tenemos la filosofía Lasater y la filosofía cero agroquímicos”, detalló el experto. (Lea: ¿En qué consiste la práctica de la permacultura aplicada a la ganadería?)
Estos resultados, producto de la aplicación de la permacultura, son motivo de orgullo para Rodríguez, que está convencido de las ventajas de implementar estos cambios en la ganadería, y lo ha expresado en diversas charlas y conversatorios.