El Maximus agrisuere Viptera3 es un híbrido de maíz amarillo simple que se adapta muy bien a la región del Caribe y la Orinoquia. Conozca cuáles son sus características luego de ser cultivado y probado para brindar alimento al ganado. Este híbrido se desarrolla muy bien en el Caribe húmedo (valle del río Sinú y sabanas de Córdoba, Bolívar, Cesar y Sucre), así como en el seco, en los valles del río Magdalena y Cauca, y en la región de la Orinoquía. Se destaca por sus múltiples beneficios, entre los que se encuentran un buen potencial de rendimiento F.V. (40Ton/ha), estabilidad, tolerancia a las enfermedades, la productividad y su doble propósito, tanto por el grano como ensilaje para los rumiantes. Germán García Borbón, zootecnista y director de la empresa Gestión Ganadera, explicó que se han hechos ensayos en diversas partes del país con muy buenos resultados. (Lea: ¿Por qué se perdió 40% de la producción de silo de maíz en 2016?) “En la zona de la Costa viven a la expectativa de lluvias, entones pueden sembrar en esa época, porque los resultados son buenos. También se puede hacer con riego por goteo pero son casos excepcionales”, señaló el experto. García Borbón indicó que si el Maximus se emplea para ensilaje, antes de cultivar se debe efectuar un estudio adecuado del suelo, un buen control de malezas y la aplicación de fertilizantes de manera oportuna y precisa. “Para silo, el momento de la cosecha debe ser cuando la planta tenga un 30% de materia seca como mínimo. La mazorca debe estar en estado masoso y la cosecha debe hacerse de forma rápida, entre 4 y 5 días”, precisó. (Lea: Hacer silos requiere una cuidadosa planeación) El experto en nutrición bovina insistió en que se deben observar los tiempos, porque si se pase la época de cosecha, el maíz se vuelve muy duro y produce una mayor cantidad de materia seca (MS) lo que impide hacer una buena compactación a la hora de hacer el silo, lo que puede acarrear una fermentación negativa. El silo de maíz aporta entre 2,6 y 2,8 megacalorías de energía metabolizable por kilogramo (Mcal/kg), una fibra detergente neutro (FDN) entre 45 y 55%, y una fibra detergente ácida (FDA) entre el 28 y 32%. Así mismo, las ligninas no deben superar el 7-8%, y el pH, sobre el cual García hizo especial énfasis, debe ubicarse entre 4 y 4,2, aun cuando algunos aceptan hasta 3,8. (Informe: Aspectos que ayudan a determinar la calidad del silo) “El maíz no es fuente de proteína. En todo caso, más que la cantidad que aporta, se debe tener en cuenta la calidad, por eso se debe cosechar en un estado óptimo para que no se eche a perder. Con el silo se puede esperar entre 8 y 10% de proteína”, concluyó el zootecnista.