El uso de cactus para la alimentación del ganado puede tener algunos inconvenientes, pero su eficiencia en el uso del agua es alta, crece en condiciones difíciles y rinde bien. Esto es lo que dicen la FAO y algunas investigaciones sobre los usos que puede tener en ganaderías.
El cactus consiste en un 90 por ciento de agua y un 10 por ciento de materia seca, lo que lo convierte en una fuente dual de ingesta de líquidos y alimento. En general, es un cultivo de múltiples usos que podría servir como alimento del ganado en zonas secas.
Según publica All About Feed en su página web, los cactus representarían el 75 % de la energía del grano de maíz, pero produciría, al menos, 20 veces más en zonas de condiciones semiáridas duras. (Lea: El cactus: alimento, forraje y agua para la población y su ganado)
Un proyecto de la universidad Federal Rural de Pernambuco (Brasil) ha estudiado la importancia del uso de cactus en la alimentación animal. El trabajo ha puesto de manifiesto que la productividad potencial es 20 toneladas de MS/hectárea al año.
La carga ganadera que puede alcanzar es de 4,8 unidades animales/hectárea y año. Esto es 57,6 veces superior a la carga que son capaces de soportar los pastizales originarios (12 ha/UA y año). En sistemas de baja producción, se obtienen fácilmente 5-6 toneladas de MS/ha y año.
Los resultados de la investigación brasileña también han mostrado que los cactus pueden almacenarse sin cambios en su composición química y en su valor alimentario. (Lea: Nopal de México, el cactus sagrado que pasó de manjar a generador eléctrico)
Para los investigadores, los cactus pueden reemplazar parcialmente al grano de cereal en la alimentación del ganado, reduciendo los costes. Es importante tener en cuenta que los cactus no se pueden administrar solos al ganado, porque provocan diarrea y pérdida de peso.
Deben ser suplementados con proteína bruta y fibra en una dieta combinada. Además, los cactus son ricos en carbohidratos solubles, por lo que se debe evitar añadir melazas y limitar la cantidad de grano en la dieta.
Los siguientes son algunos de los beneficios de utilizar este cactus como forraje:
Se necesita relativamente poca agua para crecer, ya que se puede cultivar en climas secos y semiáridos. Tiene una alta eficiencia en el uso del agua, utilizando solo 267 kilos de agua para producir 1 kg de materia seca, en comparación con 400 kg de la gramínea mijo perla.
Por un trabajo mínimo de labranza, tiene la capacidad de proporcionar una cantidad significativa de alimento verde agradable y nutritivo para los animales. Además, nada se desperdicia porque toda la planta se puede utilizar para forrajes verdes.
El valor nutricional es significativo, puesto que contiene mucha vitamina A y carbohidratos solubles en agua. La calidad del forraje es equivalente a la de varios otros cultivos forrajeros producidos. Asimismo, es un gran suministro de agua.
Puede usarse en una variedad de suelos. Pero además puede ayudar en la batalla contra la erosión del suelo, la desertificación y la recuperación de tierras dañadas. Además, tiene un gran potencial para capturar dióxido de carbono, reduciendo las emisiones en la región.
La planta podría ser especialmente valiosa cuando hay escasez de forrajes verdes y puede generar 40 kg de materia seca por mm de lluvia al año debido a su alta eficiencia en el uso de la lluvia. (Lea: Campesinos enfrentan la sequía sembrando nopales)