En el manual para el personal auxiliar de sanidad animal primaria (PASAP) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la lección número 5 estipula cuáles son las características de un animal sano para distinguirlo de uno enfermo.

De acuerdo con el manual, el PASAP debería hacer esta distinción, pero es claro que los propietarios de ganado, operarios de la finca o trabajadores externos también se beneficiarían de este conocimiento. (Lea: Conozca qué dice la OIE sobre las intervenciones dolorosas en bovinos)

Este texto describe las características visibles de un animal sano desde la cabeza hasta las extremidades, comenzando por su aspecto, que debe ser alerta y consciente de su entorno. Un semoviente se muestra activo y tiene la cabeza alta observando lo que sucede a su alrededor.

De esta manera, se apoya en todas sus extremidades y le gusta estar rodeado de otros animales del rebaño, pues cuando se separa de su grupo es a menudo señal de que tiene problemas de salud, al igual que el ejemplar que no presta atención a su entorno o no le gusta moverse.

Movimiento o marcha

De igual forma, el animal sano camina con facilidad y regularmente, distribuyendo su peso por igual entre sus extremidades con pasos regulares. Uno tumbado se pondrá rápidamente de pie si nos aproximamos. (Lea: ¿Qué tanto piensa usted en el dolor que pueden sentir sus animales?)

Cabeza

Los ojos están brillantes y alertas, sin lágrimas en los ángulos, mientras que las orejas deben estar erectas (no en todos) moviéndolas en dirección de cualquier sonido. También las mueven rápido para liberarse de las moscas. En cerdos, la temperatura se puede medir tocando sus orejas.

Asimismo, la nariz debe estar limpia, sin mucosidad. En vacas y búfalos el hocico debe estar húmedo, mientras que en ovejas y cabras, la nariz deber estar fría y seca. Los animales sanos se lamen con frecuencia las narices con la lengua. No debe gotear saliva de su boca.

Pelo o plumas

En los animales de pelo corto, como cabras y vacas, el pelo de los animales sanos es lisa y brillante. En vacas, búfalos y sus crías, si están sanos lamen su pelo y dejan cierta marca en la zona lamida. En aves, las plumas deben estar lisas y brillas, y en cerdos la cola enrollada es un signo de buena salud, mientras que la piel con escamas indica problemas.

Respiración y pulso

La respiración en el descanso debe ser suave y regular. Al revisar el pulso, que en vacas se toma en la parte inferior de la base de la cola, la velocidad debe ser 40-80 pulsaciones por minutos en adultas, y en búfalos de 40-60 por minuto.

Comportamiento y apetito

Si un caballo, una vaca o un búfalo mira a sus flancos con insistencia o cocea su vientre, quiere decir que le duele el estómago. El animal sano come y tiene el vientre lleno. (Blog: Los animales sanos son la clave para garantizar la sostenibilidad ganadera)

Heces y orina

Las heces de un animal sano son firmes. Las demasiados blandas (diarrea) indican enfermedad, así como el estreñimiento es un mal síntoma. Por otro lado, la orina debe ser clara y no debe haber señales de dolor o dificultad al orinar.

Temperatura corporal

Si se sospecha que un animal está enfermo, debe tomársele la temperatura. Si es alta, es síntoma de infección. En todo caso, hay que observar cuidadosamente al animal normal y conocer cómo se comporta. En caso de alguna señal de alarma, hay que proceder a examinarlos.