Según las palabras de Roberto Hernández, un experimentado ganadero del departamento de Santander, en diálogo con CONtexto ganadero, hay varios aspectos que son cruciales para garantizar una producción lechera exitosa.

Estos aspectos incluyen la selección genética, la elección de la raza de ganado, el manejo del hato, las pruebas de progenie, la frecuencia de ordeño, la alimentación y la gestión del estrés calórico. Vamos a explorar cada uno de estos factores en detalle. (Lea en CONtexto ganadero: 4 aspectos clave para mejorar la producción lechera )

Selección genética y raza

La selección de genética adecuada es el primer paso para establecer un negocio lechero exitoso. “La elección de animales con características genéticas que favorezcan la producción de leche es esencial” dice Hernández, esto implica la identificación de rasgos deseables, como la capacidad de producción de leche, la salud, la longevidad y la adaptabilidad a las condiciones de la región. La selección genética puede mejorar significativamente la eficiencia de producción y la calidad de la leche.

La elección de la raza de ganado es un factor crítico que depende en gran medida del clima y la altitud de la región en la que se ubica el hato. Diferentes razas tienen adaptaciones específicas que las hacen más adecuadas para ciertas condiciones. Por ejemplo, en zonas con climas cálidos, se pueden preferir razas más resistentes al calor. La elección acertada de la raza contribuye a la salud y el rendimiento del ganado.

Manejo del hato

El manejo adecuado del hato lechero es fundamental. “Esto involucra la selección, producción de leche y clasificación de los animales para optimizar la rentabilidad del proceso, en aspectos como el cuidado de la salud del ganado, el control de enfermedades, la gestión de la reproducción y la supervisión del estado de lactancia” explica el ganadero.

Pruebas de progenie

Las pruebas de progenie son una herramienta crucial para evaluar la calidad de los individuos en el hato lechero. Estas pruebas permiten identificar a los reproductores que transmiten las mejores cualidades genéticas para futuras generaciones. “Esto contribuye a la mejora constante de la calidad y la producción de leche en el hato” dice.

Frecuencia de ordeño

Aumentar la frecuencia en el ordeño es una recomendación que hace el ganadero para mejorar la producción de una vaca lechera. De acuerdo con Hernández, ordeñar a las vacas regularmente estimula la producción de leche y evita la acumulación excesiva de leche en la ubre, lo que puede ser perjudicial para la salud del animal.

Alimentación del animal

La alimentación adecuada es un elemento fundamental para mejorar la producción láctea. “Las vacas lecheras requieren una dieta equilibrada que contenga los minerales esenciales, como calcio, fósforo, hierro, cobalto, manganeso, cobre, zinc, yodo y selenio” dice Hernández y agrega que una dieta equilibrada garantiza una óptima salud y rendimiento de las vacas.

Gestión del estrés calórico

Por último, el estrés calórico puede afectar negativamente la producción de leche en las vacas. Para contrarrestar este efecto, es esencial proporcionar una correcta ventilación en las instalaciones donde se encuentran los animales. El control de la temperatura y la humedad, junto con sombra adecuada, son medidas útiles para garantizar el bienestar de las vacas y maximizar su producción de leche.