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Foto: Fedegán FNG

De acuerdo con Killeen, en Colombia, el sector ganadero ha experimentado una serie de transformaciones notables en los últimos años.

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La cadena de suministro de carne vacuna de Colombia es más sofisticada que en Ecuador y Perú, concluye un análisis

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

El ecólogo estadounidense Timothy Killeen, en su libro más reciente menciona que la ganadería en los países andinos se enfrenta a desafíos complejos y a una creciente presión para modernizarse y mejorar su sostenibilidad. CONtexto ganadero le cuenta cuáles fueron las conclusiones del análisis y cómo destacó al sector ganadero en en Colombia.

En su más reciente libro "Una tormenta perfecta en la Amazonia", Timothy Killeen, un reconocido botánico, ecólogo, agrostólogo y profesor estadounidense, ofrece una visión profunda y reveladora sobre la situación de la ganadería en los países andinos de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Este análisis, extraído de su libro, destaca las complejas dinámicas que afectan a esta industria en la región y pone de relieve los desafíos y oportunidades que enfrentan los productores de carne vacuna en estos países.


Colombia

De acuerdo con Killeen, en Colombia, el sector ganadero ha experimentado una serie de transformaciones notables en los últimos años. Antes de 2010, el país contaba con un rebaño bovino de 25 millones de cabezas, manteniéndose relativamente estable durante tres décadas. Una de las conclusiones de su análisis es que la cadena de suministro de carne vacuna de Colombia es más sofisticada que en Ecuador y Perú, sin embargo, está rezagada en términos de productividad en comparación con Bolivia y Brasil.

El conflicto armado que asoló a Colombia durante varias décadas contribuyó a la falta de inversión en el sector. A pesar de este desafío, el proceso de paz iniciado en 2016 y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos han ejercido una presión positiva sobre los productores, impulsándolos a aumentar su eficiencia para no perder cuota de mercado.

El experto destaca que el gobierno colombiano y la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGAN) han implementado un ambicioso programa de expansión y modernización, inspirado en el modelo de producción brasileño. Esto ha conducido a un aumento constante en el rebaño nacional en los últimos años. Un aspecto destacado de este esfuerzo es su enfoque en la creación de un modelo de producción de "deforestación cero". La mayoría de los logros se han logrado a través de la mejora de la cría de animales y la gestión de pastizales, lo que ha revitalizado la industria ganadera en regiones como Caquetá, donde el número de cabezas de ganado bovino aumentó de 1.3 millones en 2016 a más de 2.3 millones en 2019.


Bolivia

La situación de la ganadería en Bolivia es diversa, según el análisis del libro, presenta dos tipos principales de criadores en regiones distintas. Por un lado, se encuentran las ganaderías extensivas en pastizales naturales inundados estacionalmente, mientras que por otro lado están las ganaderías intensivas y se basan en pastos cultivados.

Ambos grupos de criadores incluyen grandes y medianos productores que han optado por razas brasileñas y han incorporado tecnología y atención veterinaria de calidad. Algunos ganaderos han adoptado completamente el modelo de producción brasileño, incluso sembrando pastos cultivados en suelos recién deforestados.

En 2016, el gobierno boliviano puso fin a una década de prohibición de exportación de carne vacuna como parte de su estrategia para diversificar la economía nacional. Las importaciones de carne boliviana por parte de China comenzaron en 2019 y aumentaron significativamente en 2020, consolidando el 80% de las exportaciones totales de carne vacuna.


Perú y Ecuador

En Perú y Ecuador, la ganadería se caracteriza por ser más artesanal en comparación con un modelo de producción moderno. Los rebaños suelen ser una mezcla genética de ganado criollo, vacas lecheras y razas brasileñas, con tasas de reproducción bajas y una alta mortalidad. La carga ganadera por hectárea es muy baja, el forraje es de mala calidad y la infestación de maleza es un problema generalizado. La mayoría de los pastizales se encuentran en áreas no cultivadas, y forman parte de un sistema de producción que involucra pastos y bosques de segundo crecimiento en un ciclo de rotación centrado en los cultivos anuales.