Un equipo de investigadores del Baylor College of Medicine, la Universidad de Cornell y el USDA descubrió que, al igual que los humanos, el ganado también posee regiones en su genoma llamadas CoRSIVs. Estas regiones llevan marcadores químicos en el ADN que podrían permitir a los ganaderos predecir y seleccionar características deseables en el ganado, como la producción de leche, la fertilidad de las hembras y la resistencia a enfermedades.
¿Qué son los CoRSIVs?
Los CoRSIVs (Regiones Correlacionadas de Variación Sistémica Interindividual) son áreas del genoma donde los niveles de metilación del ADN (la adición de grupos metilo, la marca epigenética más estable) varían entre individuos pero son consistentes en diferentes tejidos dentro de un mismo individuo.
La epigenética es el estudio de cómo los factores externos (el ambiente) pueden influir en cómo se usan nuestros genes, sin cambiar el ADN en sí, en tanto que la metilación del ADN es una forma en que se «marcan» ciertas partes del ADN para controlar cómo se usa la información genética, sin cambiar realmente el código genético en sí.
En resumen, la metilación en los CoRSIVs puede medirse en tejidos fácilmente accesibles, como la sangre, proporcionando información sobre la regulación epigenética en órganos internos como el cerebro, los ovarios o el hígado. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Es la epigenética en bovinos una nueva moda?)
¿Qué implicaciones tendría para la industria ganadera?
Según el Dr. Robert A. Waterland, profesor de pediatría y nutrición en el Baylor College of Medicine, «en las últimas décadas, la ganadería se ha centrado en la selección genética para lograr avances sustanciales en la producción de leche. Los CoRSIV pueden ofrecer un nuevo enfoque para mejorar la selección de rasgos deseables para la industria ganadera de una manera sostenible que reduzca los costos y los impactos ambientales».
El estudio mostró que los CoRSIVs en el ganado, al igual que en los humanos, se establecen temprano en la vida y son estables a lo largo de la vida del individuo. En los terneros recién nacidos, los patrones de metilación en algunos CoRSIVs pueden predecir el rendimiento futuro. Estos patrones pueden estar asociados con características específicas deseables, como una alta producción de leche, alta fertilidad en hembras, resistencia a enfermedades o incluso tolerancia al calor, lo que ayuda a seleccionar terneros con características que aumentarán la productividad.
El equipo de investigadores validó sus hallazgos mediante el análisis de laboratorio de tejidos de hígado, riñón, cerebro y sangre de 20 terneros holstein diferentes. La validación independiente añadió gran fortaleza al estudio, confirmando la presencia de CoRSIVs en el ganado. (Lea en CONtexto ganadero: Una mirada más cercana a la epigenética)
Además, la investigación sugiere que la metilación del ADN en los CoRSIVs del ganado es influenciada por el entorno del embrión en su etapa temprana. Esto abre la posibilidad de ajustar las condiciones de cultivo de embriones durante la reproducción asistida para mejorar los resultados agrícolas a través de la ingeniería epigenética.
Beneficios para los ganaderos
Para los ganaderos, esta investigación representa una oportunidad para seleccionar animales con características deseables de manera más precisa y eficiente. Al comprender y utilizar la epigenética, es posible aumentar la producción de leche, mejorar la fertilidad y la resistencia a enfermedades, y reducir los costos de producción. Este enfoque también puede contribuir a una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
«Además de ayudar con la selección de rasgos deseables, los CoRSIV pueden ayudar a comprender los procesos de las enfermedades y la variación individual entre el ganado. Y, si, como esperamos, los CoRSIV son una característica general del genoma de los mamíferos, estas oportunidades no se limitan al ganado bovino», señaló la Dra. Yi Athena Ren.