La enfermedad del músculo blanco (EMB), también conocida como miodegeneración nutricional o distrofia muscular nutricional, afecta a varias especies, siendo más susceptibles los ovinos, bovinos y cerdos. Aprenda cuáles son las causas que la producen y cómo evitarla.

La EMB es una degeneración muscular cardíaca y esquelética, con tres posibles presentaciones: sobreaguda, aguda y crónica. En tanto que la primera puede causar la muerte a animales recién nacidos, la crónica o reproductiva afecta a animales adultos.

Como describe el portal Agromeat, la forma sobreaguda, también denominada cardiaca, se observa en terneros cuando presentan síntomas de ataxia, arritmia y taquicardia. (Lea: Balance de Selenio y vitamina E, previene retención de placenta de la vaca)

En cuanto a la forma aguda o esquelética, afecta a terneros en los músculos dorsales, lumbares y glúteos, provocando una ligera inflamación, dolor a la palpación, postración y temblores, por una degeneración hialina de las fibras musculares y a una posterior calcificación.

Como lo indicó el veterinario Virgilio González en la publicación Hojas divulgadoras del Ministerio de Agricultura de España, el nombre de enfermedad de músculo blanco se debe al aspecto que tienen las canales de los animales afectados.

“Los propios ganaderos quedan sorprendidos al ver una canal que no ha sido sangrada y en vez de presentar un color rojizo, es una canal blanca; ciertas regiones como las paletillas, los cuadriles y lomos presentan un color más blanco que el resto de la canal”, indicó.

En conjunto, toda la canal presenta un color blanquecino como la carne de pescado. El corazón aparece con las características del corazón atigrado, es decir, zonas con estrías blanquecinas, tan características en los terneros que mueren de fiebre aftosa.

De acuerdo con un artículo de Sitio Argentino de Producción Animal, se asocia a la deficiencia de selenio (Se) o vitamina E en la alimentación, con mayor presentación en el periodo de rápido crecimiento o terneros que pasan de ser estabulados a un sistema de pastoreo.

En efecto, tal como anotó el experto español, la EMB se presenta más frecuentemente en animales con grandes masas musculares (gordos), y en general se manifiesta en todas las edades. (Lea: Ganado bovino: enfermedades por deficiencia de minerales)

Sin embargo, en el 99 % de los casos se da en animales jóvenes de rápido crecimiento, con cambios radicales en las condiciones de vida (destete, régimen de pastoreo, después de una larga estabulación, ejercicio excesivo, cambios bruscos de temperatura, etc.).

Además, existen diversos factores ambientales y nutricionales que pueden favorecer la presentación de la EMB o alterar su curso, dependiendo de los elementos disponibles en el ambiente. (Lea: Ganadero, tenga en cuenta la importancia del selenio)

Por ejemplo, dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados y la exposición a prooxidantes, como el ozono y el hierro, predisponen a la deficiencia de vitamina E y aumentan la severidad del cuadro, ya que estas dietas incrementan los requerimientos de la vitamina E.

Por otra parte, el escaso aporte de aminoácidos azufrados en la ración y la presencia de metales como mercurio, cobre, cobalto y cadmio, disminuyen la biodisponibilidad del selenio aumentando los requerimientos dietarios del elemento.

El portal Agromeat de España reveló que esta enfermedad se presenta en terrenos donde las características fisicoquímicas del suelo impide que los pastos aporten a las vacas las 0,3 ppm que requieren de este mineral, como es el caso de Polonia, que tiene más problemas de EMB.

En Colombia, Michael Rúa Franco, zootecnista de la Universidad de Antioquia y especialista en Nutrición Animal de la UDCA, señaló hace un tiempo para este medio que la ausencia de Se produce bajas tasas de fertilidad como en muertes y pérdidas embrionarias en vacas y ovejas.

Sin embargo, advirtió que no se deben suministrar suplementos con selenio de forma discriminada sin antes efectuar un análisis del suelo y la disposición de este elemento. (Lea: Conozca las causas nutricionales de la retención de placenta en bovinos)

“Al igual que con todos los microminerales, no hay que caer en el juego de suplementar con selenio solo por ‘prevenir’, porque es relativamente fácil incurrir en intoxicaciones que pueden causar problemas de salud severos”, recomendó.