La selección de los toros que serán usados como reproductores es uno de los pasos más importantes para los hatos que adoptan el sistema de monta natural. A continuación, observará un repaso de qué deben tener en cuenta los veterinarios al hacer el examen clínico de estos machos.

Como escribió María José López en su tesis para el título de Doctora en Ciencias Veterinarias en la Universidad de La República en Uruguay, la capacidad reproductiva de los toros depende del manejo reproductivo adecuado, así como la nutrición, la edad y hasta las condiciones meteorológicas que pueden influir en la calidad del semen.

La selección de la cría se efectúa a través del examen de aptitud reproductiva. Si bien anomalías del pene y el prepucio, heredadas o adquiridas, no son la causa directa de cambios en la producción o la calidad del esperma, sí pueden afectar la capacidad de los animales. (Lea: ¿Sabe usted cuál es la prueba de capacidad de servicio que se hace a los toros?)

Por lo tanto, el diagnóstico preciso y el tratamiento cuando sea indicado son importantes para evitar la caída de la fertilidad en el hato. Según la autora, es importante realizar un examen completo de los genitales del toro y de los sistemas relacionados con estos órganos antes de emprender cualquier procedimiento quirúrgico para restablecer sus funciones naturales.

Este examen deberá incluir la inspección en actividad, esto es, la observación del coito. Siempre pueden presentar problemas, como que el productor no colabore, y en algunos casos clínicos puede resultar peligroso este intento de monta, agravando la patología, por lo cual el médico veterinario debe tener todos estos factores en cuenta a la hora de hacer el estudio.

Cuando el toro no puede completar alguna de las fases del acto copulatorio (actividad preparatoria, protrucción del pene, monta, introducción, eyaculacion y desmonta), se puede simplificar el diagnóstico. Por ejemplo, si el toro muestra interés suficiente en seguir y olfatear la vulva de una vaca, se puede asumir que el problema es físico y que el toro tiene suficiente libido.

López resaltó que ciertas patologías solo se pueden detectar en el momento de la inspección; tales como la desviación peneana y la no erección. Otras patologías se determinan en esta observación pero pueden ser detectadas en las etapas posteriores. Ejemplo: los toros con estenosis del prepucio no pueden extender el pene a través del orificio prepucial.

Luego de observar el toro en actividad, se debe efectuar una inspección manual de los órganos genitales, palpando el escroto, testículos y epidídimos en primera instancia, para luego proceder a una palpación rectal, en la cual se evalúan la vesícula seminal y el anillo inguinal. (Lea: Hematomas, prolapsos y otras afecciones adquiridas en el pene de los bovinos)

Con la mano izquierda, se toma el pene y la vaina, anterior al escroto. Con la derecha se identifica la porción libre del pene y posteriormente se palpa hasta encontrar el anillo de circunferencia de la unión del prepucio. Este anillo sirve para mover el pene hacia delante.

Posteriormente se debe de relajar la presión de la mano izquierda, y mientras se tiene sujeto al pene con firmeza mediante la mano derecha justo por detrás del anillo prepucial, se mueve el pene y el prepucio hacia delante. Debe aplicarse fuerza suficiente para soportar la contracción de los músculos retractores del pene.

Cuando la extensión a llegado a su límite, se vuelve a tomar al pene y al prepucio firmemente con la mano izquierda para impedir que lo retraiga. Se debe de repetir el proceso hasta que la porción libre esté visible, posteriormente es sujetado con una gasa quirúrgica y se extiende por completo para examinarlo.

Si la extracción manual resulta dificultosa, se puede realizar palpación rectal, realizada por un asistente, con el objetivo de estimular los músculos uretrales y relajar los músculos retractares del pene facilitando así la extensión. (Lea: ¿Sabía usted que las pérdidas por un toro estéril depende del tipo de producción?)

Alternativamente se puede usar un electroeyaculador para intentar extraer el pene, esto no debe hacerse si se sospecha de hematoma peneano. EI pene extendido debe explorarse para buscar signos de enfermedad, por ejemplo fibropapilomas, traumatismos como laceraciones prepuciales o anomalías congénitas como frenillo persistente.

Tras la exteriorización del órgano, el pene, el prepucio y la vaina se examina. Por ejemplo, se debe observar el pene flácido en extensión, papilomas o cicatrices buscando frenillo persistente. Verificar si existen fístulas en la uretra. En los casos en que el pene no puede ser protruido, se recurre a otros procedimientos para el diagnóstico con el bovino en decúbito.

Se puede observar la cavidad prepucial con el vaginoscopio en bovinos. Algunas anomalías pueden ser observadas con esta técnica. La insuflación de aire a presión dentro de la cavidad prepucial, impidiendo la salida, es útil para determinar estenosis o anillos cicatrizales que se observan claramente desde el exterior por una estrechez en el balonamiento producido.