La condición corporal (CC) consiste en un sistema que clasifica a las hembras bovinas según la apreciación visual y palpación manual de su nivel de reservas corporales. Dado que los animales sufren cambios a lo largo de su vida, la CC no siempre será la misma, sino que depende la etapa en que se encuentre.
Fredy López, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad del Cauca, explicó que la CC es una medida para estimar la cantidad de tejido graso subcutáneo en ciertos puntos anatómicos, o el grado de pérdida de masa muscular en el caso de vacas flacas con muy poca grasa.
Existen 2 sistemas de evaluación, por escala de 1 a 9 y una escala de 1 a 5. Una vaca con condición 1 es emaciada, el promedio es 3 (o 5) y se considera obesa cuando llega a 5 (o 9). (Columna: ¿Qué tanta condición corporal perdieron sus bovinos en el último verano?)
El cuadernillo técnico “Condición corporal en la ganadería de cría” del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina explicó dada que la meta del ganadero es obtener un ternero por vaca al año, es necesario analizar el estado nutricional del hato.
“Es importante hacer la evaluación correcta de los requerimientos para el cálculo de raciones de los animales para satisfacer sus demandas y, de esta manera, lograr nuestro objetivo”, señala. (Blog: Alimentación de las vacas lecheras para condición corporal)
El uso de la condición corporal permite conocer los requerimientos del manejo nutricional en ganaderías de cría. El cuadernillo sostiene que hay dos momentos claves para predecir “con bastante exactitud” la performance reproductiva de una vaca de cría.
El primero es la condición corporal al parto que debe estar entre 2,5-3,5 o mayor, o 4-6 según la escala, para que el intervalo de parto al primer celo no se prolongue más allá de 60 o 70 días, como lo precisó el texto del IPVCA de Argentina.
El otro momento clave es el momento del servicio, en donde la condición corporal debe ser de 2,5 o mayor para las vacas de razas europeas y de 4 o más para las cebuinas al inicio del servicio, que se manifestarán con intervalos entre partos iguales o menores a 365 días.
El texto explica que un adecuado nivel nutricional durante el servicio asegura la fertilidad en el celo por tener una buena condición corporal, pues el animal se encuentra en balance energético positivo para lograr altas proporciones de retención embrionaria.
Cuando la CC al parto es baja, el nivel nutricional posparto deberá ser importante para asegurar un buen servicio, pero si las vacas llegan a la parición en buen estado, este nivel tiene una incidencia menor sobre el comportamiento reproductivo.
Se fija la CC mínima al parto, al inicio del servicio y al destete para obtener buenos resultados de preñez. Esto implica ganancia de peso durante el servicio, condición indispensable para lograr fertilidad en los celos. La CC mínima en los momentos críticos debe ser:
- Al parto: 3/5
- Al inicio del servicio: 3/5
- Al destete: 3.5/5
Hay que considerar el uso de la suplementación estratégica como herramienta de manejo cuando las pasturas presentan deficiencias nutricionales para satisfacer los requerimientos de las vacas y alcanzar la condición corporal ideal para el momento reproductivo.
“La calidad de la dieta que consumen, el tipo y cantidad de suplemento a suministrar y el manejo nutricional adecuado nos llevará a obtener la CC ideal”, concluye el texto. (Lea: ¿Cuál es la condición corporal adecuada para lograr la mejor tasa de preñez en vacas?)
La deficiencia en el aporte energético se puede satisfacer con pérdidas de su condición corporal, permitiendo que las vacas de 2,5 o mayor, al momento del parto puedan perder algo de sí misma sin reducir su performance reproductiva.