logoHeader
Señales de alerta en la salud del ganado

Foto: Vecol

Entre los signos que más deben llamar la atención están la pérdida de apetito, cambios en el consumo de agua y alimento.

ganaderia-sostenible

¿Está enfermo su ganado? Estas son las señales que no puede ignorar

por: Angie Barbosa- 31 de Diciembre 1969

Los cambios en el comportamiento, el apetito o la postura del ganado pueden ser señales tempranas de enfermedad. Estar alerta permite actuar rápido y proteger la producción.

Los cambios en el comportamiento, el apetito o la postura del ganado pueden ser señales tempranas de enfermedad. Estar alerta permite actuar rápido y proteger la producción.


La salud del ganado no se mide solo en la producción de leche o en el peso ganado por animal. Observar el comportamiento diario y detectar pequeños cambios puede ser la diferencia entre un tratamiento efectivo o una enfermedad que se propaga sin control.

Así lo aseguró Yeni Márquez Orozco, Profesional Regional de Fedegán-FNG, quien resaltó la importancia de que los ganaderos conozcan a fondo a sus animales. (Lea en CONtexto ganadero: Preste atención a los síntomas del ganado para prevenir enfermedades)

“La clave radica en conocer el comportamiento de los animales, estar atentos a signos tempranos que pueden indicar enfermedad o malestar”, expresó Márquez Orozco, al destacar cómo los síntomas pueden ser sutiles, pero relevantes si se detectan a tiempo.


Cambios que no deben ignorarse


Entre los signos que más deben llamar la atención están la pérdida de apetito, cambios en el consumo de agua o alimento, reducción de la producción de leche y disminución de peso. El aislamiento, la agresividad o el letargo también son indicios claros de que algo no anda bien.

“Un cambio repentino en el comportamiento de los animales es una alerta de que algo está pasando”, aseguró Márquez. Y añadió que, frente a cualquiera de estas señales, se debe consultar de inmediato con un médico veterinario, ya que la rapidez en el diagnóstico puede evitar complicaciones mayores.

También deben vigilarse las secreciones por la nariz, los ojos o la vulva, la diarrea persistente, la cojera, la tos o los estornudos continuos. Estos síntomas, muchas veces minimizados por rutina o falta de tiempo, pueden esconder infecciones o enfermedades contagiosas.


Señales del cuerpo


La observación física también es esencial. Un artículo de la FAO titulado Aspecto de un animal sano, subraya que la marcha debe ser regular y sin dolor. Si un animal se resiste a levantarse o camina de forma irregular, puede estar sufriendo dolor en patas o pezuñas.

Los ojos deben verse brillantes y alertas, sin secreciones ni lágrimas en los ángulos. Las orejas, por su parte, se mantienen erectas y se mueven en respuesta a sonidos o para espantar insectos. En cerdos, un exceso de calor en las orejas puede ser señal de fiebre.

En cuanto a la nariz y el hocico, estos deben estar limpios. En vacas y búfalos, el hocico debe mantenerse húmedo; en cambio, en ovejas y cabras, la nariz debe estar fría y seca. “Los animales sanos se lamen con frecuencia las narices con la lengua”, explica el documento de la FAO.

La respiración agitada o con esfuerzo es una alerta que no se debe ignorar. También es fundamental estar atentos a la temperatura corporal, ya que tanto la fiebre como la hipotermia pueden ser señales de que el sistema inmunológico está respondiendo a alguna amenaza.

La postura del animal también dice mucho: si mantiene una posición anormal, encorvado o sin moverse del mismo sitio por mucho tiempo, puede estar experimentando dolor o debilidad. (Lea en CONtexto ganadero: Constantes fisiológicas en bovinos: claves para mantener la salud del ganado)

Además de evitar que se propague una enfermedad dentro del hato, actuar rápido permite ofrecer tratamiento oportuno, prestar primeros auxilios y evitar pérdidas reproductivas. Según la FAO, saber reconocer estas señales también ayuda al momento de comprar o vender animales, ya que se puede identificar si presentan problemas ocultos de salud.

Finalmente, el monitoreo constante del ganado mejora la salud animal y protege el patrimonio del productor.

Una detección temprana puede marcar la diferencia”, enfatizó Márquez Orozco.