El VSB se detectó por primera vez en noviembre de 2011 a partir de muestras obtenidas en octubre del mismo año en ganado vacuno lechero con fiebre y baja producción de leche. En diciembre de ese mismo año, se detectaron signos clínicos similares (incluida diarrea) en vacas lecheras de los Países Bajos, donde la presencia del VSB también se confirmó.

Desde principios de aquel mes de diciembre, se notificaron malformaciones congénitas en corderos neonatos de los Países Bajos, y se detectó el VSB en una cepa aislada del tejido encefálico. Desde entonces, el VSB se ha detectado en muchos países europeos y de Asia occidental. También se ha sospechado de infección pasada en África.

El VSB pertenece a la familia Peribunyaviridae, género Orthobunyavirus, y es uno de los virus del serogrupo Simbu. Los virus relacionados genéticamente con este serogrupo afectan a los rumiantes. La infección del ganado bovino, las ovejas, las cabras, entre otros, se ha confirmado por PCR. (Lea: ¿Qué son las enfermedades bunyavirales del ganado?)

Los signos clínicos varían en función de la especie: las reses adultas han presentado una forma leve de enfermedad aguda durante la estación del vector, y se han observado malformaciones congénitas que afectan a más especies de rumiantes, como ganado vacuno, ovejas, cabras y bisontes. En algunas explotaciones lecheras ovinas y bovinas también se ha observado diarrea.

Según el trabajo de Ricardo Piñeros, médico veterinario y Esp. MSc. Profesor de Patología Clínica y Medicina Porcina de la Universidad de La Salle (Colombia), desde su aparición en 2011, el VSB ha sido aislado en Holanda, Alemania, Bélgica, Francia y Reino Unido, y se ha detectado en Dinamarca, Italia, España y Luxemburgo. La enfermedad se ha diseminado por vectores o por el transporte de animales infectados.

Además de los rumiantes, se ha detectado la presencia de anticuerpos en ciervos, carneros salvajes y alpacas. Los Orthobunyavirus son transmitidos por mosquitos o culicoides jejenes, por lo cual se puede asumir que este virus puede ser transmitido por vectores similares. (Lea: Conozca la ecología y dinámica de la garrapata para combatirla)

Síntomas

Según The Cattle Site, la manifestación de los signos clínicos varía según la especie: los bovinos adultos han mostrado una forma leve de enfermedad aguda, en tanto que todos los rumiantes han sido afectados por malformaciones congénitas.

Ganado adulto (probablemente a menudo inaparente, pero alguna enfermedad aguda durante la estación activa del vector):

· Fiebre

· Deterioro del estado general

· Anorexia

· Reducción de la producción de leche (hasta en un 50 %)

· Diarrea

· Recuperación en pocos días para los individuos, de dos a tres semanas para todo el rebaño

Animales malformados y mortinatos (terneros, corderos, cabritos):

· Artrogriposis (articulaciones anormales)

· Hidrocefalia (acumulación de líquido en el cráneo)

· Braquignatia inferior (mandíbula sobresaliente)

· Anquilosis (articulaciones rígidas)

· Tortícolis (cuello torcido)

· Escoliosis (columna vertebral deformada)

Tratamiento y prevención

No hay tratamiento disponible. Los adultos infectados se recuperarán, pero si las hembras preñadas se infectaron, sus descendientes tendrán problemas. Es probable que los corderos y terneros malformados mueran o tengan que ser sacrificados.

Para prevenirla, se deben controlar las poblaciones de mosquitos aunque dada su proliferación, es difícil hacerlo. A la hora del parto, es importante que se lleven a cabo estrictas medidas de higiene. En algunos países se comercializan vacunas inactivadas.

La enfermedad de Schmallenberg es una enfermedad emergente y que aún se están investigando sus efectos a largo plazo en los animales y en la industria ganadera. Los ganaderos deben trabajar estrechamente con los veterinarios para monitorear la salud de su ganado y tomar medidas preventivas para prevenir la infección y propagación de la enfermedad, incluyendo el control de los vectores, como mosquitos y tábanos, y la implementación de medidas de bioseguridad en las fincas.