Durante su intervención en el Tour Virtual Agrovet Market 2021, el experto argentino Luis Calvinho argumentó que a la hora del ordeño, en lugar de vaciar por completo la ubre de la vaca, se puede dejar un poco de leche. Así lo resumió:

«Es preferible ‘subordeñar’ un poco y no ‘sobreordeñar’. Si yo ‘sobreordeño’, porque quiero sacar leche de más, en general con mi máquina de ordeñar, lo que estoy haciendo es generar un exceso quizás de presión en la punta del pezón. Y eso en algún punto lo que va a generar es un trastorno que se llama hiperqueratosis».

Como la describió, la hiperqueratosis se produce cuando la punta del esfínter del pezón produce queratina. En cambio, cuando se deja la leche, se puede prevenir este trastorno. Para ello, aconsejó dejar alrededor de 150 cm3 por cada cuarto de la ubre. (Lea: Ordeñe a tiempo para evitar residuos de leche y casos de mastitis)

Al respecto, Ricardo Arenas, médico veterinario y anfitrión del Manual Práctico Ganadero, aclaró que entre las dos opciones, «subordeño» y «sobreordeño», lo menos aconsejable es la segunda. Según el experto, esto se aplica cuando se utilizan equipos de ordeño, que utilizan bombas de vacío para extraer la leche.

«Ese exceso tratando de ordeñar lo que no hay genera una reacción de defensa en la punta del pezón, el esfínter, que es la hiperqueratosis. Se genera una especie de cicatriz alrededor del orificio del pezón por el cúmulo de queratina y eso sí puede generar daños en los pezones y la ubre. Esa cicatriz de queratina no deja cerrar bien el esfínter del pezón, que es un músculo elástico, y permitiría acceso de bacterias que causan mastitis», precisó.

Para prevenir este problema, lo que se hace es «subordeñar», dejando entre 200 a 300 cm3 por cuarto. Si bien el aspecto negativo es que se deja de obtener leche para llenar la cantina, el experto señaló que esta cantidad es ínfima frente al resto de lo que ha producido la vaca. (Lea: 15 pasos para ejercer las Buenas Prácticas de Ordeño con terneros)

«Por otro lado, el estímulo de tener la ubre vacía para que el animal empiece nuevamente a producir leche, igual lo tiene con esa leche residual. No es que la leche que quede allí se dañe y genere mastitis, salvo que sea mucha cantidad. Esto en el caso de lechería especializada», manifestó.

En el caso del doble propósito o cuando se deja leche para el amamantamiento de las crías, se deben ordeñar tres cuartos de la ubre y dejar un cuarto lleno para el ternero. En este caso, ya no habría «sobreordeño» porque la succión de la cría no lastima la ubre de la vaca. Así lo describió:

«En ganadería con terneros lo que se recomienda es ordeñar muy bien tres cuartos sin “sobreordeñar” y dejar un volumen suficiente para amamantar al ternero. Si se dejan todos mal ordeñados y se queda mucha leche residual en cada uno, el ternero termina consumiendo la parte más grasosa de la leche, que es la que queda al final. Entonces la leche en el tanque o la cantina es baja en grasa, lo que significaría un menor pago por menor calidad composicional», remató.