Jaime Elizondo, explica que la epigenética es el prender o apagar la expresión de un gen debido a los estímulos del ambiente que puede ser por estrés, medicamentos, alimentación, temperaturas, humedad relativa, etc. (Lea: Una mirada más cercana a la epigenética )
Estos cambios en la expresión o no de ciertos genes, no afecta en la cadena de los genes, pero sí pueden ser heredados y explican la capacidad de adaptación de algunos animales a cambios en el medio ambiente.
El profesional dice que lo que los productores pueden hacer con esta información es “seleccionar los mejores animales, de acuerdo a lo que nos están mostrando y nosotros observamos”.
La adaptación nutricional
Es por esto que hay que tener en cuenta el término adaptación nutricional, que se refiere a la capacidad de un animal de mantener buena condición corporal bajo un pastoreo más exigente y de menor calidad, es decir, mantenerse en buenas condiciones cuando los demás animales bajan de peso.
Esto es indispensable para la máxima productividad por hectárea y también es afectada por el apetito individual.
La adaptación climática
En climas calientes, se pueden observar cómo algunas vacas y razas no pueden con el calor generado en el rumen al digerir los pastos altos en fibras, además del calor húmedo del ambiente, entonces por eso esos animales se quieren meter al agua todo el día, perdiendo peso y siendo de baja productividad.
“Por eso, necesitamos ganados con adaptación climática y adaptación nutricional, que sean resistentes a parásitos y enfermedades, teniendo en cuenta que esto también es heredado por los cambios dados por la epigenética”, dice Elizondo. (Lea: ¿Sabe usted cómo tener una ternera resiliente?)
Esto quiere decir, que ciertas razas se han adaptado a una dieta de menor calidad y de alguna manera pueden seguir consumiéndola sin perder condición corporal gracias a sus genes, mientras otros animales no tienen esa adaptación nutricional pierden peso y productividad.
De acuerdo con Elizondo, esto está relacionado con los humanos, debido a que “se ha demostrado que los nietos de personas afectadas por una hambruna que hubo en Irlanda hace muchos años cuando falló la cosecha de papa, sufren de síntomas de hambruna, aunque hayan comido bien. Esto comprueba que los tiempos difíciles en cuanto a nutrición, tienen un impacto en la progenie”.
Además, se ha determinado por los científicos, que los cambios epigenéticos se heredan hasta por tres generaciones, y si se sigue seleccionando con guías correctas de selección, se puede continuar por muchas generaciones heredando esos cambios.
Esta es la razón por la que una vez identificados los animales que han podido expresarse en el medio ambiente a mínimo costo, se pueden propagar esas características en todo el rebaño.
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