Esta enfermedad es causada por la toxina del clostridium tetani, una bacteria anaerobia que se encuentra comúnmente en el suelo y el tracto gastrointestinal de los bovinos. A pesar de ser una enfermedad bien documentada y conocida en la medicina veterinaria, los errores en su manejo en bovinos son relativamente frecuentes.
Estos errores pueden ser basados en algunas confusiones, por lo que hay que evitarlos y corregirlos para que dejen de suceder. (Lea en CONtexto ganadero: Reconozca los síntomas del tétano en bovinos)
Enrique Rimbaud, médico veterinario especialista en sanidad, explica que “hay una gran confusión con el tétanos y grandes errores en los tratamientos. Para iniciar, el tétanos es causado por una bacteria anaerobia, que no necesita oxígeno para vivir”.
Esta bacteria segrega toxinas que van por la sangre, causando el tétanos. Esta enfermedad se manifiesta principalmente cuando existen heridas previas como las castraciones, descorne o cualquier otra herida abierta.
“Cuando hay una herida, se corta la circulación del lugar, y si hay infestaciones previas por clostridium tetani en ese lugar donde no está circulando la sangre, la bacteria empieza a circular y a segregar la toxina”, describe Rimbaud.
Una vez dentro del cuerpo, la bacteria produce toxina tetánica, que se transporta a través de los nervios hasta el sistema nervioso central, donde interfiere con la liberación de neutrotrasmisores, provocando contracciones musculares sostenidas y espasmos.
Cuando se presenta este proceso, se provoca en el animal una dilatación de los hoyares de la nariz, acompañado de una posición horizontal de la cabeza para facilitar la respiración. Además, las patas de los bovinos se le endurecen. De acuerdo con Rimbaud, “los bovinos tienen un tercer párpado, por lo que con el clostridium tetani, este párpado se prolapsa, dilata los ojos y también hay dificultad respiratoria”. Todos estos síntomas son indicadores de la presencia de la bacteria de los bovinos, por lo cual el mal diagnóstico se convierte en el primer error.
Para Rimbaud, el segundo error del tétanos en bovinos es el tratamiento. Este requiere un enfoque multifacético. A menudo, el tratamiento que se administra no es el adecuado, ya sea por la falta de conocimiento o por acceso limitado a recursos veterinarios.
En palabras del profesional, “la mayoría de veces, cuando hay un caso de tétanos en bovinos, lo primero que se hace es suministrar antibióticos como penicilina. Si se aplica este tipo de antibióticos, que son bactericidas, matan todas las bacterias al mismo tiempo, y estas liberan las toxinas al mismo tiempo”.
Finalmente, lo recomendable es brindarle al animal un antibiótico bacteriostático, que impide el crecimiento y la reproducción de las bacterias. Esto debe ir acompañado con un suministro constante de suero para el animal. (Lea en CONtexto ganadero: Tétano en bovinos: una enfermedad letal causada por la bacteria Clostridium tetani)