En Sucre, recientemente, se entregaron más de 250 toneladas de chips de yuca industrial a pequeños ganaderos de los municipios de Sincé y Galeras como suplemento alimenticio para sus animales.
Álvaro López Herrera, Subsecretario de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Sucre dijo: “Entregamos chips de yuca como suplemento alimentario a estos pequeños ganaderos de Sucre que superan los 200 beneficiarios, bajo el liderazgo de nuestra gobernadora. Esperamos hacer más entregas en coordinación con los entes territoriales, tenemos un Puesto de Mando Unificado (PMU) para el sector Agropecuario, donde estamos impulsando esta importante gestión para estos pequeños productores que han sido afectados por las crisis climáticas”.
A propósito de esta entrega, la yuca es un tubérculo tradicionalmente cultivado en muchas regiones tropicales que destaca por ser un complemento a la alimentación del ganado.
De acuerdo con un programa de "La Finca de Hoy", este tuberculo tiene un impacto positivo en la microbiota ruminal de los bovinos. Este beneficio se debe a la producción de ácidos grasos volátiles que resulta del metabolismo de la yuca, incrementando la proteína bacteriana. Los componentes claves en este proceso son la glucosa y los sustratos presentes en el almidón de la yuca.
Incremento en la ganancia de peso
Luis Carlos Ferreira, fundador de Promoviendo y Mejorando Vidas, señaló en el programa, que el uso de la yuca como suplemento alimenticio puede resultar en una ganancia de peso de entre 45 y 52 gramos diarios por animal. Esta ganancia se debe a la alta calidad nutricional de la yuca, que incluye un 7.08% de lisina, un aminoácido esencial que es escaso en la naturaleza.
Alto contenido proteico
Estudios recientes indican que la proteína en la yuca puede llegar hasta el 36%, dependiendo del manejo agronómico del cultivo. La hoja de yuca por sí sola contiene un 23% de proteína bruta, lo que la convierte en una excelente fuente de nutrientes para el ganado, especialmente en tiempos de escasez de forraje.
Sin embargo, señala que no todas las variedades de yuca son aptas para el consumo directo por el ganado. La yuca amarga, por ejemplo, contiene toxinas perjudiciales que deben ser eliminadas antes de su uso. El proceso recomendado para desintoxicar la yuca amarga incluye picar la planta, dejarla al sol durante el día y permitir que el ácido se evapore durante la noche. Este método de deshidratación garantiza que las toxinas sean eliminadas, haciendo segura la yuca para el consumo animal.