La variedad de enfermedades que se tienen después del parto es uno de los grandes problemas que se tienen en las ganaderías, especialmente cuando no se saben identificar. Conozca el momento en el cual la vaca es más sensible, razón por la que necesita cuidados especiales.

Carolina Herrera, médica veterinaria y zootecnista especialista en Reproducción bovina, indica en una charla en Fedegán que uno de estos tiempos es el puerperio inicial, que es “el periodo que ocurre desde el parto hasta que la vaca empieza a recuperarse y a tener una involución uterina y se presenta en los primeros nueve días postparto”. (Lea: Lo que sucede antes, durante y después del parto de la vaca)

Luego se presenta el puerperio clínico que se prolonga hasta los 21 días, teniendo claro que desde el inicial hasta el clínico, el productor debe dejar que la vaca responda sola, pues la mayoría de veces si están en buenas condiciones van a tener una excelente evolución.

“En el puerperio inicial empezamos a encontrar problemas como las metritis que tienen unos síntomas especiales que podemos ir aprendiendo y dejándolas grabadas para tomar medidas cuando esto ocurra. Muchas veces las vacas tienen un problema de su puerperio o metritis y no la identificamos”, menciona Herrera.

Cuando ocurre una metritis puerperal hay una descarga fétida de aguachenta rojo-amarronada por la vulva, por lo que lo ideal es revisar las secreciones vaginales. Si la vaca tiene fiebre, inapetente y deshidratada hay que tomar decisiones y realizar un tratamiento de mantenimiento.

De acuerdo con Herrera, también podría presentarse “una metritis clínica en la cual no hay fiebre, pero el útero podría estar agrandado y la descarga se queda en la vagina que puede ocurrir hasta los 21 días, llegando a tener una involución uterina. Esta es la razón por la que se hacen monitoreos con ecografía en este periodo”.

Si estas patologías se complican, lo siguiente en el orden sería la presentación de una endometritis clínica en la cual se puede encontrar alguna descarga uterina purulenta en la vagina pero se manifiesta después de haber superado los 21 días en leche. (Lea: Conozca los síntomas y las etapas del parto de la vaca)

“Ese moco y esa descarga mucuopurulenta se puede detectar en el contenido vaginal. Por eso digamos que hasta aquí es muy fácil porque todo esos signos de pueden ver, oler y tocar”, menciona Herrera.

Sin embargo cuando se presenta una endometritis subclínica se vuelve más difícil el diagnóstico porque al tocar y oler no se logra identificar. Para lograr conocer un poco más se necesita analizar qué está ocurriendo en el útero y cómo está la funcionalidad ovárica.

De acuerdo con Herrera, “la única forma de diagnosticar una endometritis subclínica es mediante una ecografía para conocer el contenido hiperecogenico. Este es una mancha blanca en la ecografía, por lo que cuando estamos palpando y empezamos a ver esos elementos raros, es cuando decimos que la vaca tiene una endometritis y contenido infeccioso”.

Una de las situaciones que se puede presentar es que la vaca tenga endometritis subclínica sin contenido hiperecogenico, llegando a ser una enfermedad tan crónica por su prolongación genera que el endometrio se afecte en niveles alarmantes.

En este caso, “la única forma de saber si tiene endometritis es después de realizarle une citología. En esta se puede ver si el porcentaje de neutrófilos es mayor al 18%, podemos decir que es positiva y la vaca se debe tratar. Si la vaca presenta más del 10% de neutrófilos después de los 30 días postparto se considera positiva”, concluye Herrera. (Lea: Siga estas 3 recomendaciones antes del parto de la vaca)