La implementación de una tercera comida en un sistema de semiestabulación se considera como una práctica que busca el incremento de los índices de obtención de leche y un mejoramiento en la producción a través de suministro de alimento de forrajes naturales.

Según Sergio Quintero Ocampo,  MVZ de TAU Genética y de Ganadería Hacienda El Guabito, en Zarzal (Valle), en una nota de La Finca de Hoy, una de las razones para hacer este manejo del ganado es que se hace con los lotes de alta producción. La división se hace tanto por días en leche como por producción promedio de cada vaca por día.

Una de las razones por las cuales se tienen las vacas en semiestabulación es porque se encuentran en una lechería de trópico bajo y se sabe las condiciones a las que se enfrenta este tipo de ganado.

Para lograr una alimentación balanceada se debe dividir las raciones ofreciendo, en este caso, una base forrajera que proporciona un aproximado de 9 kilos de materia seca de forraje por animal al día.

La suplementación restante se realiza en el ordeño y las ramadas. En estas zonas del Valle del Cauca donde las temperaturas son altas, llegando hasta 38 grados a las 12 del día se deben guardar las vacas para reducir el estrés térmico y el calórico. (Lea: Calidad y manejo de la dieta del ganado de engorde)

La tercera comida en una semiestabulación se suministra entre las 11 de la mañana y 2 de la tarde tiempo en el cual la temperatura se presenta con mucha fuerza y los bovinos buscan la sombra.

Las altas temperaturas  que se presentan en dicho horario podrían generar efectos fisiológicos y comportamentales alterando la homeostasis en los procesos de producción.

Además, las vacas de alta producción tienen una suplementación alta que oscila entre 7 y 8 kilos de alimento balanceado, así como entre 5 y 8 kilos de ensilaje de maíz que aportan 1,5 kilogramos de materia seca al día.

Con la tercera comida se busca tener un confort en las vacas ya que algunas no consumen el alimento proveniente de los potreros, por tal razón esta alimentación permite que los bovinos tengan un mejor desempeño nutricional además de ayudar a evitar que el pH ruminal descienda, esto con el fin de tener un mejor aprovechamiento de los nutrientes.

Al ocasionar un descenso del pH ruminal causaría repercusiones como la propagación de la cetosis, enfermedad metabólica que ocurre durante la lactación del ganado lechero. Esta se produce, principalmente, en vacas recién paridas ya que presentan disminución en consumo de alimentos. (Lea: 3 claves de importancia en los sistemas de estabulación)

Los ganaderos de trópico bajo deben apuntar a producir su propia comida. En este caso en la finca producen el maíz que sirve para el ensilaje que se les da a los animales, indicó Quintero.

Entre tanto, Juan Camilo Morales, zootecnista de Hacienda La Gabriela, en Puerto Gaitán (Meta), en un programa de TVAgro, donde se trabaja con ganado semiestabulado y como parte de la dieta se cuenta con heno para la fibra que ayuda a la digestión del animal.

Para ello, dijo, se cuenta con un mixer que es una máquina con un sinfín que mezcla y además tiene báscula la cual permite pesar todo el alimento que va a los comederos donde se revuelve con palmiste o con silo de maíz o de sorgo y otros subproductos lo cual permite tener una dieta balanceada, alta en energía y proteína, lo cual ayuda en el rendimiento productivo de los animales.

Esto además contribuye a sacar ganado para sacrificio más joven con el consecuente efecto de una carne más tierna.

El ganado cuando escucha el sonido de la máquina se acerca a los comederos porque ya lo asocian con su alimentación. En esta finca manejan ganado brahman blanco y rojo que a los 15 meses entran a ser cebados.