Expertos aseguran que el valor nutricional del pasto depende del momento oportuno para suministrarlo. Aunque la gran mayoría tienen un tiempo determinado de consumo, hay especies que no dependen de este factor. Henry Mateus Echeverría, agrólogo especialista en pastos de trópico y asesor técnico, fue enfático al afirmar que en cuestión de forrajes en Colombia la calidad nutricional no depende tanto de la falta de diversidad sino del tiempo de crecimiento del pasto. “Aquí en Colombia, el cuello de botella en la nutrición no es la escasez de forrajes y llevarles a los ganaderos variedades nuevas de pastos sino que está en el manejo. El ganado tiene que llegar cuando el pasto esté de calidad, eso quiere decir, antes de que espigue”, indicó. (Lea: La importancia de la fibra efectiva en la alimentación del ganado) Según el experto, cuando el pasto florece o cuando brotan espigas, los nutrientes que recoge la raíz y el tallo se van directamente a la flor, por lo cual la calidad disminuye. Por esto, recomendó identificar los indicadores que muestren el momento en el cual se encuentra el pasto. En primer lugar, se debe tener en cuenta el factor de senescencia, un término utilizado en biología y fisiología de plantas. “Senescencia quiere decir que la hoja más vieja se sacrifica y traslada los nutrientes para que la hoja nueva viva, por eso las primeras son amarillentas y las otras más verdes”, indicó. (Lea: Hacen falta más laboratorios para estudio de suelos en Colombia)
Para observar el momento previo a la senescencia, tanto el ganadero como el técnico agropecuario deben tener pleno conocimiento de la fisiología de la pradera, haciendo un análisis global del suelo, la especie de pasto e incluso el microclima del terreno. De acuerdo con Mateus, la observación detenida de un potrero es esencial para empezar a conocer los factores de crecimiento del forraje instalado. Así pues, un suelo amarillento o la presencia de helechos dan cuenta del estado del suelo. Igualmente, un pasto viejo permite concluir que el tiempo de descanso es muy prolongado, por lo cual es necesario recortar ese lapso para que la planta no pierda su calidad nutricional. (Lea: 5 curiosidades del pasto que consume el ganado) De otro lado, Jorge Mario Noreña, ingeniero agrónomo y docente de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, afirmó que el suministro oportuno es previo a la floración, cuando el forraje tiene mejores condiciones de digestibilidad. Según él, la detección de este índice depende de cada planta, por lo cual es necesario llamar a un ingeniero agrónomo que le indique cuándo debe suministrar cada forraje, aunque ofreció algunos datos sobre ciertos pastos. “En la mayoría de gramíneas, lo ideal es que el ganado las consuma en estado de prefloración. Hay muchas personas que cosechan los forrajes de acuerdo al número de hojas, entonces hacen cortes entre la quinta y la séptima hoja, mientras que con el raigrás no se debe dejar llegar a la cuarta hoja”, indicó. Aun así, hay algunas especies que conservan su valor nutricional, independientemente de su estado de floración. (Lea: Nutrición del ganado: más que dar pastos, agua y suplementos al azar) “Por ejemplo, el pasto imperial, que es muy utilizado para corte, tiende a conservar su calidad. En el kikuyo también se ha demostrado que el valor nutricional no desmejora a través del tiempo”, sostuvo Noreña.