Existen dos grandes tipos de sistemas de crianza para terneros: individuales y colectivos. Aquí le contaremos en qué consiste el segundo, cuáles son sus fortalezas y desventajas y qué recomendaciones o medidas debe tener en cuenta a la hora de aplicarlo.
La ingeniera agrónoma Guillermina Osacar y el doctor Guillermo Berra explicaron en su artículo para el Sitio Argentino de Producción Animal que el sistema colectivo se caracteriza por criar a los terneros en grupos, ajustando la cantidad y la forma de distribución de la comida.
Por ejemplo, en el caso de la dieta láctea se pueden llevar teteros a cada lote de terneros o pasarlos por una manga, donde reciben la leche en baldes con tetinas. La dieta sólida se administra en comederos, generalmente tipo tolva, y el forraje en pasteras o porta rollos.
(Lea: Conozca el caso de un productor que cambió de usar crianza artificial de terneros a natural)
Fortalezas del sistema colectivo
- Ahorro de tiempo en la alimentación de los terneros.
- Movilidad total para los terneros y elección por su parte del lugar para echarse.
- Facilidad para procurar corrales o instalaciones que los protejan del tiempo atmosférico.
- Oportunidad para que las terneras desarrollen conductas sociales.
(Lea: La cría, un negocio rentable y con resultados a corto plazo)
Debilidades del sistema colectivo
- Lentitud para la detección y tratamiento de los animales enfermos.
- Cohabitación y contagio de las enfermedades.
- Escaso control del consumo individual de los alimentos.
- No se puede manejar grupos grandes ni de edades diferentes debido a la competencia.
Por su parte, Sambuceti y otros señalaron que si bien la ventaja es que la convivencia grupal incentiva el consumo de alimentos y la actividad física, también habría más dificultades en la detección temprana de diarreas. (Lea: ¿Conoce usted el sentido de la crianza de sus animales?)
Recomendaciones
- Manejar grupos de animales entre 15 o 20 terneros por lote, y de edad semejante.
- Apartar y tratar rápidamente los animales enfermos para evitar el contagio de enfermedades.
- Asegurarse el control del consumo individual de la dieta láctea, usando recipientes con divisiones para asegurarse que cada ternero tome la cantidad que tiene que tomar.
- Enjuagar con agua y desinfectante las tetinas entre lote y lote.
- Asegurarse buena disponibilidad de comederos para la dieta sólida.
- Lavar periódicamente los bebederos de agua.
- Disponer de lotes espaciosos para los terneros, una superficie óptima para disminuir la cohabitación, es diseñar corrales con una superficie de 15 a 20 m2 por ternero.
- Ubicar los corrales en superficies no anegables y con caída para facilitar el rápido escurrimiento del agua en la crianza.
- Evitar los corrales de concentración de terneros que se suelen usar en las crianzas colectivas, para el aprendizaje a tomar en tetina o balde, o sea ingresarlos directamente al corral que les corresponde.
- Prever lugares para los terneros, ya sea sombra para el verano o techos en invierno, que pueden ser naturales o artificiales, con malla sombra o corrales. La superficie estimada por ternero, tanto para la media sombra como para las camas en establos, es de aproximadamente 1 m2 por ternero. Los espacios deben limpiarse con regularidad, cambiando la cama, desinfectando con cal el piso y ventilando el lugar.