El mencionado delito tiene dos modalidades: cobran de acuerdo al número de hectáreas que hacen parte de la finca y otra por el número de cabezas. En el primer caso cobran $10 mil por ha y en el segundo entre $5 mil y $8 mil por cabeza. En algunas regiones cobran "peaje" para ir a las fincas. El tema de la extorsión en el sector ganadero es un problema que existe desde hace muchos años. Los productores se han visto sometidos por las bandas criminales, por delincuencia común y por la guerrilla. Es de tal envergadura que la dirección de Antisecuestro y Antiextorsión del Gaula (Policía Nacional), expidió en noviembre pasado una cifra que habla sola del problema. Ha evitado que las víctimas de extorsión pagarán a los delincuentes por ese delito $1.948 millones en los últimos dos años ($1.198 millones en 2016 y $750 millones en lo corrido de 2017). Y aunque su invitación es a denunciar, a la hora de hacerlo los ganaderos lo piensan, porque consideran que en Colombia no han sabido abordar el tema porque no hay justicia con respecto a este tema. (Lea: Gaula ha evitado el pago de $1.948 millones por el delito de extorsión) Es un delito que nunca se acaba, debido a que capturan a los delincuentes y luego aparecen otros. “Es una cadena. Nunca ha faltado quien nos extorsione”, denunció una fuente que pidió el anonimato. Agregó que “en las ciudades existe un país distinto al del sector rural. La gente va a su oficina normalmente, pero en el campo uno tiene que pagar para ir a la oficina que es la finca donde se produce ganado, cultivos de pasto, siembra de árboles y demás”. Es decir, les piden 'vacuna' como la llaman popularmente. La extorsión yahace parte de su nómina porque todos los habitantes del sector rural son extorsionados. Hay unos extorsionistas que pertenecen a bandas criminales y otros son delincuentes comunes. En el Bajo Cauca y en la Región de San Jorge, las autoridades no colaboran. Dicen que están encima de ellos, que están trabajando y que no nos preocupemos. “Denuncien que estamos que los cogemos. Denuncien”, nos dicen. (Lea: 'Yo no pago, yo denuncio', mensaje de la Policía contra la extorsión) Sur de Córdoba El sur de Córdoba y norte de Antioquia, específicamente en los municipios de Taraza, Caucasia y San José de Uré, la principal actividad económica de los habitantes es la ganadería bovina. Es una zona netamente que maneja aproximadamente un hato de 100 mil bovinos. Allí la extorsión ha generado desplazamiento forzado. Hay familias que tienen que dejar todo abandonado y salir de su casa o de su finca de la noche a la mañana para que no los maten. Los ganaderos no tienen ninguna seguridad. Están amenazados y si no pagan lo que piden, los matan. La mayoría no se defiende con armas. Son pacíficos. Les toca negociar las tarifas y pagar. Son valientes porque se quedan en sus regiones a pesar de todos los problemas de extorsión. “Es nuestra única fuente de trabajo y si piden extorsión, nos vemos obligados a pagar para conservarla. Nos cobran todos los días”, dicen productores de la región. Modalidades de extorsión El mencionado delito tiene dos modalidades según las fuentes consultadas a nivel nacional: una por el número de hectáreas que hacen parte de la finca donde se llevan a cabo las actividades ganaderas y otra por el número de cabezas. En el primer caso cobran $10 mil por ha y en el segundo entre $5 mil y $8 mil por cabeza. El modo de operar es el siguiente: llega un personaje de esos y contacta a su víctima. Va y lo amenaza. Le dice me da $5 millones ya o mañana vengo y le mato a su trabajador. Me da $3 millones ya o mañana vengo y le robo su ganado, o lo mando robar o se lo mando quemar. A ese delincuente, lo matan o lo coge la Policía o lo cambian de zona y entonces llega uno nuevo y vuelve a cobrar lo que ya se había pagado y así sucesivamente. Otra fuente consultada insistió en afirmar que la realidad del campo es muy distinta a la que le comentan a la gente en las ciudades. (Lea: Este fue el panorama de extorsiones en Colombia el año pasado) “Así nos la pasamos todo el tiempo. El campo colombiano está dividido entre los que le pagan a las Bacrim y los que pagan a la guerrilla. De pronto los de la Sabana de Bogotá o los de Rionegro no pagaran vacuna a nadie. Pero del resto, todos. En donde haya zonas de recreación no pagan, pero al resto nos toca. El ganadero que menos valor entrega en extorsión es un millón al año”, manifestó. Sobre esta problemática, José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegán se ha referido en varias oportunidades. Afirma que la extorsión por parte de estos grupos criminales se estaría ejecutando especialmente en las zonas de Magdalena, Magdalena medio, Bolívar, Norte de Santander, Meta, Caquetá. Por ejemplo, dijo Lafaurie, que en la zona del Caquetá donde hay una fuerte presencia de disidencias de las Farc se estaría cobrando hasta COP $10.000 (USD $3.4) por hectárea, de COP $1.000 a 1.500 por animal (USD $0.5) , y cobran también por litro de leche que sale de la zona a los sitios de transformación. La periodista Salud Hernández-Mora ha denunciado que ganaderos y comerciantes del norte del Caquetá pagan vacunas exorbitantes a las nuevas Farc-Ep. (Lea‘La disidencia de las Farc necesita conseguir plata rápido’).
Tolima En el departamento del Tolima la extorsión se ha presentado en los municipios de Prado, Planada y Chaparral y según la fuente anónima el Gaula, descubrió que las personas recluidas en las cárceles estaban haciendo extorsiones desde estos sitios. La extorsión se ve en todos lados. Desde hace mucho tiempo existe. Las Bacrim son quienes extorsionan a los ganaderos. Ponen un valor que puede ser mensual o semestral. El tema de las autoridades es difícil. Ellos capturan a los delincuentes que se dedican a esas actividades, pero más se demora en encerrarlo que ya tienen un remplazo que se encarga de hacer lo mismo, y después otro y así sucesivamente. Córdoba En el departamento de Córdoba pagan al Clan del Golfo extorsiones. Cada año cobran a todos los ganaderos. Hay algunos productores que pagan hace 4 años y otros 10 o más tiempo. Hay fincas con muchos años de existencia y siempre han tenido ese problema. Cesar En el Cesar el tema es neurálgico y la persona que descubren denunciando, la asesinan. Ponen la cuota y deben pagarla. El ganadero que se niega a pagar, le sacan la totalidad del ganado de su finca y lo dejan sin una res de la noche a la mañana. Incluso los ha obligado a abandonar el predio e irse de la región a otros los matan. (Lea: Nadie escapa de la extorsión en Colombia)