Esta actividad productiva viene creciendo a pasos agigantados. Su eficiencia en poco espacio y la demanda de sus productos la han vuelto muy interesante para quienes también se dedican a la ganadería bovina, ya que pueden combinarlas y obtener mayores réditos económicos.
Leche de cabra, quesos, yogures, dulces y hasta postres, son algunos de los derivados que se pueden extraer de esta especie, la cual se ha vuelto un negocio atractivo en varias zonas del país como el Caribe, donde le apuestan a las cabras y las ovejas por su adaptabilidad, elevada reproducción, mayor rendimiento en menos espacio y el aumento de la demanda en mercados internacionales. (Lea: Ovinos, un negocio al que le apuesta fuerte la región Caribe)
Sin embargo, en el país aún no hay una cultura fuerte en cuanto al consumo de los derivados provenientes de estos animales, ya que hay varias barreras como la desinformación, su alto precio y la poca demanda de los mismos.
Ricardo Caro, miembro del departamento técnico del Comité de Ganaderos del Centro del Valle, Cogancevalle, entidad que viene promoviendo la Feria Nacional de Ovinos de Pelo y Lana, aseguró en diálogo con CONtexto Ganadero, que en el país no hay una cultura frente al consumo de carne de cordero, porque lo que comen es un cárnico de ovejo viejo, cuando el ideal es que se coma carne de un animal joven y de buena calidad. (Lea: Se acerca la primera Feria Nacional de Ovinos de Pelo y Lana)
“Estamos trabajando en que se ingiera la carne de cordero, que es el animal joven menor de 6 meses. Una especie con un buen manejo genético, alimentación ideal, que se puede destetar entre los 18 y 22 kilos y antes de los 6 meses ya está en un peso de 30 a 35 kilos, es el indicado para el sacrificio. Esta carne, según los médicos, es mucho más saludable, tiene poca grasa porque el animal es joven, por lo que su cantidad es menor. Esas son algunas de las razones por las que el cárnico es más costoso”, argumentó Caro.
En cuanto a los caprinos, Diana Torres Perdomo, gerente de Caprinos Chicamocha, Caprichi, describió la cantidad de productos que hay disponibles en el mercado y resaltó las bondades alimenticias que tiene para el ser humano la ingesta de estos artículos. (Lea: Sistema Único de Registro Ovino es una realidad)
Las líneas de producción se dividen en leches concentradas, con las que se elaboran dulces como cocadas, cortados, manjar, dulce de leche, arequipes. Leches fermentadas con las que se preparan kumis y yogures de fruta, sabores, griego y para niños. Están los quesos que son frescos, semimaduros, de pasta blanda y arenosa. Por último está la leche de cabra.
“La composición físicoquímica del lácteo es diferente. Tiene unas moléculas de grasa más pequeñas que el organismo metaboliza de mejor forma; posee mayor cantidad de calcio y fósforo, lo que ayuda en la reproducción; es ideal para los adultos que sufren de osteoporosis. Tiene menos cantidad de lactosa, lo que no genera pesadez al consumirla. Además es un producto muy similar a la leche materna, por lo que es altamente recomendada para los niños pequeños”, destacó Torres Perdomo. (Lea: Aumenta comercialización de ovinos y caprinos en Colombia)
El inconveniente que tienen tanto productores de carne de ovino como derivados de caprino es el alto costo de sus productos y la competencia con los artículos hechos a base de leche de vaca, por lo que se está haciendo la apertura de mercado en aras de que los consumidores los conozcan y los incluyan en su dieta diaria.