El hecho de ser un país cuyo territorio se encuentra libre de la enfermedad gracias a la vacunación, ha provocado que actualmente muy pocos integrantes de la cadena productiva tengan una magnitud real sobre sus eventuales consecuencias.
Por estos días hay alerta en la Unión Europea, en donde incluso se ha reforzado la vigilancia en los Balcanes para prevenir la propagación de la enfermedad, según lo indicó el pasado lunes la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO. (Lea: La fiebre aftosa tiene en alerta a la Unión Europea)
En Colombia se sigue trabajando de manera concienzuda para lograr mantener el estatus que se ostenta como país libre de fiebre aftosa con vacunación, que si bien no ha permitido exportar de acuerdo a los planes que se hicieron inicialmente, ha redundado en un hato sano y en un compromiso de los productores del país por mantenerlo a como dé lugar.
A pesar de esto, Ismael Zúñiga, subgerente de Salud y Bienestar Animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán-FNG, advirtió que hay un hecho preocupante, que incluso ya le ha sido expuesto en varias oportunidades al Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, y al Ministerio de Agricultura.
“Una gran parte de ganaderos, profesionales, académicos y funcionarios del sector público y privado nunca han visto la aftosa y casi nadie está familiarizado con la enfermedad, porque gracias a los mismos ganaderos logramos erradicarla y no hemos vuelto a tener animales enfermos en las fincas; sin embargo, urge capacitar a todos los integrantes de la cadena productiva”, aseguró Zúñiga, quien aseguró que el tema debe ser atendido con carácter de urgencia. (Lea: Hay ganaderos que no vacunan contra aftosa, a pesar de sanciones)
Para el funcionario del gremio bovino, en dichas capacitaciones se debe explicar qué es la fiebre aftosa, qué la produce, cómos e transmite, cómos e controla, cuando se puede erradicar, qué significa un foco, cómo se pierde la certificación y cuanto puede costar.
La cultura de la vacunación está afianzada entre los ganaderos desde que en 1996 Fedegán-FNG lanzó la campaña: ‘Si queremos exportar tenemos que vacunar’, momento en el que inició la lucha contra esta enfermedad.
Aunque en 2009 se perdió el estatus de país libre por el ingreso de unos cerdos infectados al departamento de Nariño, “los ganaderos en general comprenden los efectos que puede significarle a cada uno de ellos, a Colombia y al gremio el ingreso de la enfermedad después de 15 años de su erradicación”, apuntó el subgerente de Salud y Bienestar animal.
Actualmente, son los mismos productores bovinos quienes están pendientes de las fechas de los ciclos. Olga Lucía Díaz Martínez, subgerente de Protección Animal del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, aseguró que la entidad es muy rigurosa en las sanciones que existen, ya que si hay un programa que conozca todo el país y que sepa cuál es el trámite es el de fiebre aftosa.
A pesar de esto, “el 0.2 % de los ganaderos se niegan a vacunar, sin que la norma sancionatoria se aplique por el ICA y esto constituye un riesgo y una burla para los ganaderos que vacunan religiosamente”, señaló Ismael Zúñiga.
Durante la primera semana de febrero, una delegación de autoridades sanitarias y fitosanitarias de los Estados Unidos, APHIS-USDA, llegó a Colombia para inspeccionar las condiciones de sacrificio de ganado bovino con destino al consumo humano, requisito que junto al mantenimiento del estatus sanitario resulta fundamental de cara a las aspiraciones que de exportar tienen los ganaderos colombianos. (Lea: Exportación de carne colombiana quedó en manos de Estados Unidos)
El primer ciclo de vacunación de este 2015 tiene fecha de inicio tentativa en mayo y el segundo en octubre, ambas sujetas a la aprobación final del ICA.