Un buen comienzo para obtener una ganadería eficiente empieza por el cuidado durante el periodo de preparto, que es en donde se define gran parte de los procesos productivo y reproductivo de las vacas. El MV Guillermo Fuentes en la publicación “Doble propósito: un buen negocio para el Caribe”, afirma que la lactancia realmente comienza semanas antes de que ocurra el parto, de allí la necesidad de prepararse adecuadamente. Además, el proceso lechero requiere ser visto desde varios ángulos. En este artículo se hará desde la hembra. Desde la hembra En general todas requieren una preparación semanas antes de parir, para que su condición corporal en ese momento sea 4. -Deben recibir una alimentación acorde con su disminuida eficiencia ruminal, por el efecto mecánico del feto. Lo ideal son alimentos de bajo volumen, ricos en nutrientes. Es importante cuidar el balance mineral, especialmente del calcio, situación que toma más relevancia en la medida en que aumenta el potencial lechero. -Una prioridad es tener muy claro las exigencias de la glándula mamaria, para favorecer su sano desarrollo y la formación de calostro; idealmente debe estar seca durante 90 días. -Aplicar vacunas a las hembras en preparto es una inversión inteligente, pues se contribuye efectivamente a la calidad antigénica (contenido y tipo de defensas) del calostro, cuyo suministro es la única manera efectiva de vacunar a los neonatos. Si se trata de una novilla, el manejo de preparación para su primer parto debe ser muy especial -Ella aprenderá y se comportará de acuerdo a como se la eduque. -Si va a ser ordeñada, semanas antes de parir se inicia su entrenamiento, llevándola al sitio de ordeño, de preferencia con las vacas. -El buen trato, manejo suave y cariñoso resulta a la larga muy rentable. -Si no se le va a ordeñar, tendrá un efecto muy favorable visitarla de manera amistosa, en el corral de manejo, los días previos al parto -Siempre es mejor manejarlas en grupo para evitar el animal solo. -De otra parte, esperar al parto para iniciar el amanse de las novillas puede ser una decisión costosa. Es un requisito indispensable que la vaca permanezca seca mínimo dos meses, lo cual contribuye a una buena preparación para la formación del calostro y lactancia posterior. Consentirlas La vaca próxima al parto debe ser consentida, se le debe ofrecer atención especial, teniendo muy claro que a pesar de estar sana, su organismo en ese momento maneja situaciones que ponen en peligro su vida física y productiva. De acuerdo con la forma en que se le trate esa hembra puede dar ganancias o pérdidas, por el contrario un buen preparto, incluyendo suplementación estratégica y amanse, es un excelente negocio, aún más si se trata vacas con buena genética lechera, que pagan ampliamente toda la inversión realizada en el preparto, produciendo leche abundante y preñándose oportunamente. La verdadera economía está en manejar y suministrar los alimentos y materias primas adecuadas para los diferentes momentos durante las diversas etapas productivas que tienen los rumiantes. Nutricionalmente el mismo animal puede tener comportamientos diferentes de acuerdo con un momento particular, al punto de parecer un animal diferente: una vaca próxima, una recién parida, una con lactancia creciente, una en lactancia sostenida, una en plena actividad reproductiva, la vaca con lactancia en descenso o iniciando una preñez, asimismo es totalmente diferente una vaca seca, con un feto en acelerado desarrollo y una ubre preparando lactancia. Algo similar ocurre con los animales jóvenes, quienes presentan también diferentes comportamientos y necesidades de acuerdo a sus etapas: neonatal, lactante, transición, rumiante, desteto/levante. Para cada uno de estos comportamientos opera una lógica que acompañada del sentido común dan las herramientas necesarias al profesional ganadero para realizar un manejo acorde con esta situación que va mucho más allá del aspecto nutricional. Finalmente, es importante anotar que el maltrato, el sometimiento del animal mediante golpes, tiene un alto precio y condicionará la futura vida productiva del mismo. Cualquier trabajador que dé golpes a los animales se convierte de inmediato en lo que podemos llamar un sicario de la producción, en esa medida resulta mucho mejor prescindir de él e indemnizarlo. En este sentido es importante adoptar las pautas del buen trato animal, no hacerlo implica afectar directamente la caja del hato, mucho más si se tienen hembras en ordeño.