Los productores en Colombia están viendo cómo se mueren sus reses, por lo que muchos se ven en la obligación de descargar sus fincas para evitarlo. La actividad pecuaria resulta cada vez menos rentable y el clamor general es que desde el Gobierno lleguen más ayudas. Luis Patiño es un ganadero del municipio de Luruaco, Atlántico, que llegó a tener hasta 38 vacas en su predio La Felicidad, en una extensión de 14 hectáreas y media. Hoy, por cuenta de la grave crisis que padece el sector, solamente le queda una res. “Se me murieron 5 reses el año pasado, las otras las he vendido poco a poco. Hace una semana tenía 2 y vendí una. Aún tengo pasto para la vaca que me queda”, declaró el productor. (Lea: Crónica de un ganadero que padece los estragos de la sequía) Ante la grave crisis, Patiño decidió recurrir a otro tipo de animales, no para producción sino para el consumo diario en su casa. Actualmente, tiene gallinas, conejos y peces para alimentarse mientras se recupera, y a veces vende los huevos de las aves para obtener alguna ganancia. Escuche a Luis Patiño, ganadero de Luruaco, Atlántico
Estas adquisiciones son recientes. Las gallinas las compró hace 2 meses, y los conejos solamente llevan un mes en el predio. El productor aseguró que recurrió a la cría de estos animales debido a la falta de pastos y sobre todo de agua, algo que tampoco le ha permitido sembrar los cultivos habituales de maíz, sorgo y yuca. “Estoy preparándome para que cuando empiecen las lluvias y las cosas se pongan mejor, poder comprar unas 3 vacas preñadas o tipo leche, que estén a punto de parir o lo hayan hecho recientemente. Además, un amigo me va a dar 6 crías de carneros”, contó. Ciro Alfredo Mejía Carranza, ganadero de Chiriguaná, Cesar, sostuvo que el verano está acabando con su negocio, pues tenía más de 50 animales y hoy en día tiene 36. Según él, 15 de ellos han muerto por culpa de la sequía. “Nosotros estamos a orillas de unos famosos playones, lo que se conoce humedales, que están totalmente secos. Los animales ahora entran para tomar agua, se atollan y mueren ahí”, indicó. (Lea: ¿Cómo ser un ganadero competitivo ante altos precios de insumos?) Mejía ha excavado pozos para extraer el líquido, y ha tenido que caminar horas para llevar su ganado hasta donde vea un poco de pasto. En junio del año pasado, el productor llegó a tener hasta 100 bovinos, aunque la situación se tornó difícil con lluvias escasas, que desde principios de diciembre cesaron del todo. A pesar de que quiere vender sus animales, no puede hacerlo porque están muy flacos. Considera que no habría nadie interesado en ellos porque no valen nada. Mejía manifestó sentirse en “un callejón sin salida”. “No hemos tenido ayuda de nadie, ni del Ministerio de Agricultura ni de la Alcaldía de Chiriguaná, de nadie”, señaló el productor cesarense. (Lea: Ganaderos con más de 100 reses también reclaman ayudas del Gobierno) Pedro Oyola Cotera, ganadero de San Marcos, Sucre, es el que más bovinos tiene, su situación es tan dramática que confesó estar decidido a abandonar el negocio. Aun cuando tiene 150 reses doble propósito, todas están flacas y desmejoradas. “Después de esta crisis, el ganado se va a demorar mucho para recuperarse. El negocio dejó de ser rentable y ahora está totalmente deteriorado. Uno no puede hacer de la ganadería un negocio en la región”, sostuvo. Su objetivo es esperar a que su ganado gane un poco de peso y las venderá tan pronto pueda. Aunque su decisión parece irrevocable, está esperando alguna señal de mejoría que lo convenza de cambiar de opinión. “Yo llegué a tener casi 200 reses, pero ahora tengo el propósito de venderlas todas. Yo no voy a seguir con el negocio, voy a salir de la ganadería y me voy a dedicar a otro tipo de actividad, que sea más rentable como sembrar cultivos de arroz y maíz. No hay actividad que dé tanta pérdida como la ganadería”, reveló. Oyola Cotera se quejó de la falta de atención del Gobierno, pues según él, no han recibido ninguna ayuda en los municipios del sur de Sucre como Majagual, Guaranda, Sucre, San Marcos y La Unión. (Lea: La descarga animal es la solución para tener buenos pastos) Por el contrario, Luis Patiño, el ganadero de una sola res, aún no pierde la esperanza ni las ganas de seguir dedicado a este oficio. Declaró que no planea vender el único bovino que le queda para dedicarse a los otros animales o la agricultura exclusivamente. “Yo no pienso renunciar al negocio, de ninguna manera. Yo vivo aquí en el campo, y es mi vida. Simplemente estoy ajustándome a la situación. Si veo que no puedo tener reses por el momento, pues guardo la plata y cuando las cosas se pongan un poco mejor, vuelvo a comenzar. Nuestra vida es la ganadería y la agricultura”, aseguró Patiño.